Angelo Boletti, un hombre de 83 años, recibió una demanda de parte de sus vecinos por un motivo muy particular: el canto matutino de su gallo. La administración de su pueblo italiano se encargó de multar al hombre por una cantidad de 166 euros, luego de que sus vecinos lo demandaran porque el canto diario de su gallo les molestaba y no los dejaba seguir durmiendo.
El hábito de este animal era cantar sobre las 4:30 hasta las 6:00 de la mañana, por lo que los vecinos no dudaron en detener la situación que ya los tenía molestos. Primeramente, advirtieron al dueño de que mantuviera al gallo a una distancia mínima de 10 metros de sus casas, por lo que don Angelo decidió regalar a su mascota con la que llevaba 19 años. El gallo Carlitos, fue trasladado a casa de un amigo del abuelito; sin embargo, un tiempo después el nuevo dueño tenía que viajar por 20 días, por lo que decidió dejar al gallo donde Angelo, porque sabía que él lo cuidaría muy bien.
No bastó ni un día para que los vecinos se quejaran nuevamente, pero esta vez mucho más formal. La policía municipal llegó a casa del hombre a dejarle una multa de 166 euros, que evidentemente no se esperaba; Angelo quedó completamente desalentado, no creyó que llegaran a tanto.
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