"Bajé la mano y sentí lo que ahora sé que era una cabeza". Carla Collazo había creído que no podría quedar embarazada e inicialmente asumió que los dolores que estaba experimentando esa misma noche se debían a que estaba menstruando. Sin embargo, sorprendentemente, estaba expulsando a un ser humano fuera de ella y hacia el inodoro. Ella estaba muy confundida y asustada, tratando de entender lo que estaba sucediendo.
Collazo llevaba mucho tiempo deseando ser madre, pero parecía que ese sueño no se volvería realidad. No solo tenía 37 años, sino que también había sido diagnosticada hacía décadas con el síndrome de ovario poliquístico y también había estado tratando de quedar embarazada con su pareja por 13 años sin éxito.
Angustiosamente, a menudo se hacía pruebas de embarazo esperando lo mejor, pero siempre le mostraban las noticias que no quería saber. Collazo incluso se había dado por vencida al punto de que había vendido su casa y se había mudado a una más pequeña, ya que asumió que no necesitaría otra habitación, escribe en Love What Matters.
Sin embargo, todo eso cambió solo dos meses después. Resulta que cuando vendió su casa, ella ya estaba embarazada de varios meses pero no lo sabía. Así que, en una cálida noche de verano, comenzó a sangrar y a tener calambres y simplemente asumió que era su período. Su atenta pareja le dio una gaseosa de jengibre y Tylenol con la esperanza de que al hacerlo se le aliviara el dolor.
Sin embargo, el dolor se intensificó y él hizo hincapié en que necesitaban ir a un hospital. Collazo se resistió porque no tenía seguro médico y tampoco creía que fuera necesario. Ella lo convenció de que la dejara en casa de la hermana de él, para replantearse allí la situación. Ella tomó una ducha, pero eso no ayudó. Fue entonces cuando se sentó en el inodoro y de repente experimentó un dolor aún más intenso. Al minuto siguiente, rompió fuentes, pero ella no se dio cuenta de que eso era lo que había pasado.
De repente, oyó a la bebé caer en el inodoro y su mano estaba cubierta de placenta. ¿Qué estaba pasando? Todo parecía un sueño para Collazo, quien había estado bien y aparentemente ni siquiera estaba embarazada horas antes. "Ella era preciosa. Ella me miraba y yo la miraba a los ojos", dijo la nueva mamá.
Los gritos de la bebé la volvieron a la realidad. Ella recibió instrucciones de un operador del 911 sobre cómo recuperarla con seguridad del inodoro y así lo hizo. Luego la llevaron al hospital, y su pareja, que se había ido, corrió a su encuentro.
La bebé, Amoura Rose, y su madre, salieron completamente sanas de la dura experiencia.
¿Sabías que era posible dar a luz sin darse cuenta de que se está embarazada?
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