Algunos animales solo han conocido la crueldad por parte de los humanos. Atracciones turísitcas, circos, “fiestas” y todo un sin fin de actividades atroces que emplean a los animales como objeto de entretenimiento convirtiéndolos en seres casi inertes que jamás llegan a conocer el cariño.
Si la mayoría de esas actividades están permitidas, imagina las atrocidades que suponen las que se consideran ilegales. Las peleas de perros son una de estas últimas. Prohibidos en la mayor parte de los países que se consideran civilizados, los enfrentamientos de perros son un negocio que mueve cantidades ingentes de dinero negro y suponen una vida infernal para los pobres animales que son obligados a participar en ellas.
Lo peor es que, además, estos perros suelen ser de determinadas razas que se entrenan para el ataque y han acabado convirtiéndose en razas estigmatizadas y temidas por parte de mucha gente. Son muchos los que piensan que perros como los Pitbull, los American Staffordshire Terrier o los Presa Canario son animales agresivos por naturaleza y, aunque es cierto que cada raza tiene un carácter y un temperamento distinto, no es sino la educación y el amor que reciban lo que determinará su relación con los humanos.
Para muestra, un botón. En el vídeo que os dejamos a continuación veréis a Cruz, un pitbull que fue rescatado de una red de peleas de perros clandestinas y que no había sido tratado con amor en toda su vida. Depués de varias semanas intentando tener contacto con él, su cuidadora Maria Sánchez consiguió convencerle de que ella no le haría daño. Así es como recibió este pobre animal la que sería, probablemente, su primera caricia y te aseguro que desmontará los esquemas de cualquiera que crea que los perros son peligrosos por naturaleza.
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