En el caso de llevar mucho efectivo habría que declarar el trámite
El dinero en efectivo está quedando relegado a un segundo plano debido a la aparición de nuevos métodos de pago. En cualquier caso, desde el Banco de España tratan de ser muy severos respecto a la cantidad máxima de dinero que se puede transportar.
Esta cifra variará en función de si el movimiento se realiza por territorio nacional o en el extranjero. Al fijar un límite de efectivo se trata de prevenir ciertos movimientos sospechosos vinculados con el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo.
El límite de dinero que se puede llevar en efectivo en España se sitúa en los 100.000 euros. En el caso de que sea preciso movilizar una cifra superior habrá que declarar dicho trámite.
Por su parte, cuando se trata de una entrada o salida de dinero del territorio nacional, la cuantía máxima queda establecida en 10 000 euros.
Hay que decir que cada vez son menos las personas que trabajan con efectivo. Les resulta más cómodo el uso de la tarjeta de crédito, el pago con el móvil o transferencias por medio de aplicaciones como Bizum. Se evitan cargar con las monedas y con la preocupación de perder ese dinero.
No es muy habitual que una persona se mueva por la calle con tanto efectivo. Siempre hay el riesgo de perderlo o de que incluso nos lo roben. Siempre recomiendan hacer trámites a través del banco de una manera más segura, evitando transacciones en mano.
Pero puede darse el caso de que haya compras de cierta relevancia que nos obliguen a sacar esas cantidades tan elevadas de dinero.
Las sanciones por llevar mucho dinero encima
¿Qué ocurre si nos detectan con más de 100 000 euros y sin la correspondiente declaración? Como es lógico nos enfrentaremos a una sanción. Implicará la intervención del total de los fondos transportados, su depósito y un expediente sancionador.
La multa puede ir desde los 600 euros hasta el doble de las cantidades movilizadas.
Hay que decir que no solo existe un límite de efectivo para llevar por la calle. También a la hora de realizar los pagos. En la lucha contra los fraudes, el Gobierno ha fijado la cantidad máxima en los 1000 euros.
Tal y como recoge la Ley 11/2021, de 9 de julio, en el caso de adquirir un producto o servicio por encima de ese valor, la solución es bien clara. Deberá emplearse otra fórmula de pago distinta, como la transferencia bancaria o la tarjeta de crédito.
En el Banco de España explican que "no pueden pagarse en efectivo las operaciones de un importante igual o superior a 1000 euros". Tampoco su "contravalor en moneda extranjera". Esta medida está vigente desde el pasado 11 de julio de 2021.
Hacen mención, sobre todo, a los pagos en los que una de las dos partes "actúe en calidad de empresario o profesional". Aclaran que esta cifra se incrementa hasta los 10 000 euros en una determinada situación.
Cuando el pagador sea "una persona física que justifique que no tiene su domicilio fiscal" en el país. Tampoco debe actuar en "calidad de empresario o profesional".
La pandemia ha cambiado en exceso los hábitos de los españoles. Se ha acelerado la desaparición del efectivo. El último estudio del Banco de España aclara que el 72,7% de la población no lleva más de cinco monedas en la cartera.
Como mucho, estiman que podrían tener unos cinco euros. Se tratan de cantidades muy reducidas para operaciones limitadas. Ya sea para una compra pequeña o para pagar un parking.
No obstante, los encuestados reconocen que el efectivo continúa siendo útil, sobre todo para mantener los precios ajustados. También es una forma de controlar el gasto que se realiza con la tarjeta.
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