Harambe era un joven gorila espalda plateada, de 15 años de edad, al que han disparado después de que un niño de 4 años cayera al foso donde vivía en el zoo de Cincinnati, Ohio.
Esta tragedia ha trascendido al filtrarse un nuevo vídeo donde se ve al gorila con el pequeño y como éste, presuntamente, acaricia su manita.
Se abre el debate y muchas son las líneas rojas que se han creado a raíz de la noticia.
¿Realmente el animal suponía un peligro para el pequeño?, ¿no lo podían haber sedado en vez de matarlo?, ¿donde estaban los padres en el momento en el que el pequeño cayó al recinto?, ¿realmente son seguros los zoológicos?, ¿por qué tienen que seguir existiendo? Son todas las preguntas que la ciudadanía se hace ahora.
Casi 300.000 firmas se han conseguido a través de la web Change.org para que se responsabilice a los padres del pequeño de las lesiones producidas por la caída y del posible “trauma”, así como de la muerte de Harambe.
Nadie entiende cómo el pequeño pudo burlar la seguridad y caer dentro del recinto donde se encontraba el gorila con el resto de la manada.
La madre, Michelle Gregg, se excusa y afirma a través de Facebook que “los accidentes suceden”.
En su defensa contra los que la critican, Gregg escribió: “Como sociedad somos rápidos en juzgar cómo un padre deja de vigilar a sus hijos, pero todos los que me conocen saben que vigilo de cerca a los míos (…) Los accidentes suceden pero estoy agradecida de que las personas correctas estuvieran en el lugar correcto hoy”.
Por muy buenas intenciones que tuviera el gorila, está claro que el pequeño corría peligro. No dejan de ser animales que debieran vivir en libertad con unos instintos que no se pueden prever. Sedarlos tampoco es una opción ya que el fármaco tarda minutos en hacer efecto. Tiempo que podría haber sido fatal para el pequeño.
Lo que sí está claro en esta historia es que le animal siempre pierde. Cautivo toda su vida para luego ser sacrificado por un error humano, una vez más.
¿Hasta cuándo?
Que la muerte de Harambe sirva para lograr que todos y cada uno de los zoológicos que existen en el mundo cierren sus puertas una vez más.
¡No te pierdas el vídeo del suceso y juzga tú mismo!
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