Los dueños de animales de compañía saben que estos son parte de la familia. El amor que los humanos sienten por sus mascotas es el mismo que sienten por cualquier familiar. Así que cuando se pierde una mascota, es algo devastador. Un niño llamado Carter tuvo que pasar por esta experiencia traumática cuando perdió a su pequeña perrita negra, Piper. Lo que no esperaba era volver a reunirse con ella, y su reacción te dejará con la lagrimilla cayendo.
Piper se las arregló para soltarse cuando la dejaron salir al patio, y se escapó de casa. Toda la familia estaba profundamente afectada, pero Carter estaba realmente destrozado. El vínculo que compartía con su perrita era muy especial, ya que Piper fue su regalo sorpresa en su 12º cumpleaños, y desde entonces eran casi inseparables.
La familia hizo todo lo posible para encontrar a la perrita perdida. La buscaron por toda la zona, publicaron en las redes sociales, llamaron a las puertas de sus vecinos, pusieron carteles por todos lados, pero nada de eso les devolvió a su perrita. Poco a poco, los días se convirtieron en semanas. Encontrar a Piper ya parecía algo imposible.
Hasta que un glorioso día recibieron una llamada del refugio de animales del condado de Genesee, en Michigan, Estados Unidos. ¡Habían encontrado a Piper!
La madre de Carter, April Licata, compartió unas palabras en Facebook:
"Estaba realmente sorprendida. Todos nos habíamos resignado a la realidad de que probablemente no volvería. ¡Y de repente ahí estaba ella! Viendo su pequeño meneo de cola cuando salió de la parte trasera del refugio para animales del condado de Genesee, donde habían cuidado tan bien de ella... ¡Me volví loca de la emoción!".
Carter y su hermana, Natalie, no estaban en casa cuando Piper fue localizada, ya que se estaban quedando con la familia de su padre durante unos días. April decidió que le daría a Carter la mayor sorpresa. No le diría a su hijo que su perrita había aparecido, sino que se presentaría en su escuela y le dejaría verla con sus propios ojos.
Cuando estacionó fuera de la escuela, Piper estaba sentada en el asiento delantero. Carter la vio enseguida, y después de que el impacto inicial se hubiera diluido, no pudo contener sus lágrimas de felicidad, pues estaba claramente emocionado por ver a su mejor amiga de nuevo. Es un momento realmente conmovedor, y el amor entre el dueño y la perrita puede ser presenciado en todo su esplendor.
¿Qué piensas de este maravilloso reencuentro? ¿Alguna vez te has vuelto a reencontrar con una mascota querida? Cuéntanos tu historia, y comparte esto con cualquiera que necesite una sonrisa en su rostro hoy mismo.
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