Muchas veces asociamos maltrato hacia los animales y/o abandono a una malnutrición o a una ingesta menor de alimentos del que se debiera. Pero no hay que olvidar que también es causa de alarma el sobrepeso por una dieta inadecuada y poco cuidada.
Este es el caso de un tierno perro llamado Bolinha, que vivía en las inmediaciones de una gasolinera situada al oeste de Brasil. Es allí donde habitaba desde que lo abandonaran en el mismo lugar cuando aún era un cachorro. Desde entonces ha vivido de la caridad de los transeúntes que pasaban por ahí y de la comida rápida.
Cuando lo encontraron, pesaba 36 kilos. Le costaba respirar y ya apenas podía moverse. Con un cuenco de agua sucia pedía a gritos con sus ojos tristes que alguien se hiciera cargo de verdad de él.
Afortunadamente, así fue. Una persona que dedica al rescate de animales se percató de todo y decidió darle un giro a su perruna vida.
Fue llevado a la Organización de Protección Animal (OPA-MT) que le dieron el primer baño decente en toda su vida. Y, a juzgar por las imágenes, estaba encantado con la nueva experiencia.
También le ofrecieron protección y cariño que él aceptó con mucho gusto.
El duro trabajo vino después. Cómo deshacerse del exceso de peso con su avanzada edad sin que supusiera un problema serio para su salud.
Lograron hacerle perder peso gracias a hacerle caminar en una cinta dentro del agua para que la presión de su pesado cuerpo no fuera problema para él. También se redujo paulatinamente la ingesta de alimentos.
Un nuevo perro comenzó a surgir, más fuerte y sano. Un año después, Bolinha ha conseguido perder nada menos que 13 kilos. Aún le queda mucho pero es un gran paso en la mejora de su calidad de vida.
Pero no todo es físico. Sus cuidadores no escatiman en toda clase de mimos saludables y cariños hacia el can. Por lo que su recuperación es casi total, tanto por dentro como por fuera.
ANTES Y DESPUÉS
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