Casi ha pasado un año desde que el Covid-19 se extendió por todo el mundo, convirtiéndose en una terrible pandemia contra la cual seguimos combatiendo a día de hoy. Cada día se han ido descubriendo nuevos síntomas, nuevas secuelas y nuevas características de este virus, así como diversas alternativas de posibles tratamientos mientras conseguimos y distribuimos una vacuna eficaz.
Hace un par de meses os contábamos algunas de las posibles consecuencias a nivel neurológico del SARS-CoV-2. Ahora, un reciente estudio publicado en The Lancet Psychiatry Journal este pasado 9 de noviembre ha encontrado que 1 de cada 5 pacientes de Covid-19 desarrolla trastornos mentales en un periodo de 90 días tras contraer el virus.
Depresión, ansiedad e insomnio: los trastornos que más se han desarrollado tras pasar la enfermedad
El estudio ha analizado a 69 millones de personas, de las cuales, más de 62.000 fueron pacientes de Covid-19 en Estados Unidos. Los resultados del seguimiento realizado muestran que los pacientes sin historia previa de enfermedades mentales tenían más probabilidades de recibir un primer diagnóstico tras haber sufrido Covid, hasta el doble de riesgo en comparación con pacientes con otras enfermedades durante el mismo periodo.
Además de los trastornos de depresión, de ansiedad y de sueño, que son los que más mostraron los pacientes del estudio, se han encontrado otras secuelas neurológicas hasta en un 80% de pacientes hospitalizados por Covid: confusión, mareos y dolores musculares, entre otros. También, uno de cada tres hospitalizados desarrolla algún tipo de encefalopatía, es decir, de daño cerebral. En mayores de 65 años, aumentan las probabilidades de recibir un diagnóstico de demencia entre 14 y 90 días después de contraer el virus.
Los investigadores afirman que aún se necesitan más estudios para verificar por qué contraer la enfermedad aumenta las probabilidades de desarrollar un trastorno mental, pero todo apunta a que se debe a los efectos del virus en el Sistema Nervioso Central junto a las condiciones de estrés que genera tanto estar enfermo como la situación de pandemia y crisis generalizada que estamos viviendo.
También han observado relación entre los problemas de salud mental previos y las posibilidades de contraer el Covid-19
En el caso de pacientes con historia previa de trastornos mentales, sus probabilidades de contraer el virus aumentaban hasta en un 65%. Es importante tener esto en cuenta sobre todo a la hora de pensar en los grupos de riesgo que recibirán primero la vacuna, pues no sólo es vulnerable la población con enfermedades físicas, sino que la población psiquiátrica también ha mostrado una mayor vulnerabilidad a la hora de enfermar.
Así mismo, los servicios de salud deben estar preparados para ofrecer ayuda de calidad a quienes tienen que convivir con secuelas tanto físicas como mentales. Cada vez se hace más necesaria la inversión en salud mental para poder proveer a la ciudadanía con una atención rápida y de calidad, así como mejorar las condiciones laborales de los profesionales.
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