Cientos de animales son abandonados o maltratados a diario. Pobres criaturas que no pueden defenderse de la crueldad del ser humano. Mascotas que permanecen atadas, inmovilizadas, abandonadas sin comer muchas veces.
Esta es la triste historia de este golden sin nombre ni familia de verdad. Solo un propietario sin corazón que lo tenía siempre encadenado en el patio de la casa. Incluso con el hocico atado con cinta adhesiva.
Dormía en el duro y frío cemento, solo. Ladrando y aullando cuando podía para llamar la atención de alguien. Hasta que a medida que pasaba el tiempo, los vecinos se dieron cuenta de la horrible realidad. Día tras día, el perro seguía solo.
Y aunque los vecinos llamaron a la policía, nada ocurrió. El perro seguía fuera. Fue entonces cuando los vecinos pasaron a la acción por su propia cuenta.
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