Son los filtros de la sangre y los que regulan el líquido en el organismo. Si no funcionan, la sangre acumula toxinas y todos los valores se alteran, además el cuerpo comienza a retener líquido, se siente agotamiento, sueño, falta de apetito. Hay que estar alerta ante las siguientes señales:
Sabor a metal en la boca
Puede sentir sabor a óxido, amargo y mal aliento. Son las toxinas de la sangre acumuladas. Se pierde el apetito.
Cambios al orinar
Cambios de color, olor fuerte y espuma en la orina no son buenos síntomas.
Fatiga
Poca producción de glóbulos rojos produce anemia por lo que se siente desde cansancio y fatiga hasta daño cerebral.Dolor de espalda
Fuertes dolores, a veces con fiebre puede ser síntomas de cálclos renales.
Hinchazón
La acumulación de toxinas y líquido produce inflamación en pies, cara, manos.
Erupciones
Piel seca, con prurito y erupciones es producto de la falta de eliminación de toxinas. Las cremas no lo remedian.
Sangramientos
Por exceso de úrea en la sangre pueden sangrar las encías y nariz sin motivos aparentes.
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