La pandemia dejó en 2020 un registro histórico de empresas cerradas con la desaparición de 44.759 sociedades de los registros de la Seguridad Social. Esto equivale a un ritmo medio de 125 empresas clausuradas cada día, aunque lo cierto es que el grueso de las bajas se concentró durante los meses de confinamiento estricto tras el decreto del Estado de Alarma. A partir de ahí, el número de empresas 'vivas' se fue recuperando poco a poco hasta volver a estancarse de nuevo en los últimos meses del año.
Un análisis más profundo de las cifras ofrecidas por el Ministerio de Trabajo y Economía Social permite ilustrar el perfil de empresa más afectado por la crisis del coronavirus. Se trata de una compañía con menos de 10 empleados, lo que se conoce como micropyme, y dedicada al sector de la hostelería o el entretenimiento.
En total, 34.062 empresas con menos de 10 empleados se dieron de baja en la Seguridad Social en el último año. Muchas de ellas fueron bares o restaurantes cuyos negocios permanecieron cerrados de manera temporal o sufrieron duras restricciones de aforo durante varios meses del año. Los datos son escalofriantes: en España el pasado 31 de diciembre había un 8,5% menos de empresas hosteleras que a finales de 2019. Es decir, casi uno de cada diez bares ha desaparecido. La proporción es similar en el grupo de empresas dedicadas a las actividades artísticas y el entretenimiento en el que se ubican, por ejemplo, los cines.
Los cierres de 2020 multiplican por más de siete el número de sociedades que bajaron la persiana en el año 2019, cuando uno de los mayores problemas económicos de España era la desaceleración que sufría el PIB hasta crecer 'sólo' un 2%. Hay que irse 11 años atrás en la serie estadística, hasta el malísimo 2009, para encontrar un número de cierres superior.
En todo caso, ambas cifras no son del todo comparables ya que en la actual crisis decenas de miles de empresas siguen operativas gracias a los programas de liquidez avalados por el Estado. Estos mecanismos han sido un arma de doble filo que hicieron una gran labor en la primera fase de la crisis, ya que permitieron que las empresas no se dieran de baja mientras permanecían cerradas por las restricciones sanitarias.
Sin embargo, muchas de las que obtuvieron esos créditos hoy se encuentran en una situación mucho peor que en marzo: sus negocios siguen sin arrancar y su balance se encuentra mucho más endeudado. Según el Banco de España, un 10% de estas sociedades se encuentra por este motivo en riesgo de liquidación. En números redondos, 130.000 empresas al borde de la quiebra.
La gran duda ahora es conocer qué va a pasar en el año 2021. Enero, ya concluido, ha sido un muy mal mes para la economía, como reflejó la gran pérdida de afiliados publicada por el Ministerio de Trabajo u otros datos como el descenso del 51% en las matriculaciones de vehículos conocidos este lunes.
Estos tropiezos han llevado a que algunos analistas como el banco británico Barclays pronostiquen ya para el país una contracción económica del 0,8% en el primer trimestre del año. La AiRef también ha advertido hoy de que el primer mes del año ha sido malo, con una caída estimada del PIB del 0,7%. El consenso general es que el PIB remontará con fuerza a partir de la primavera, aunque esto dependerá en todo caso de factores externos como el hecho de que se reciban las vacunas prometidas.
Mientras llega ese momento, las principales patronales empresariales piden con urgencia ayudas directas y mecanismos de reestructuración y refinanciación que les permitan equilibrar sus estados financieros. "Estamos aún lejos de que todo el problema sanitario esté solucionado y se necesitan ayudas reales porque los avales son sobre préstamos que hay que devolver y las empresas están cerradas, o a medio gas, pero sus gastos se mantienen", avisaba ayer el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, en una entrevista en EL MUNDO.
Comentarios