Quedan perfectas, sin que te pases horas fregando
Cuando estamos horneando es fácil que se escurra grasa, caramelo u otros ingredientes muy difíciles de limpiar. Y la rejilla es una de las partes menos favoritas de fregar de todo el mundo. Con esos alambritos que hay que fregar uno a uno… es normal que nadie quiera ponerse a hacer esa desagradable tarea.
Esta es una forma mucho más fácil de quitarle lo quemado y lo sucio a la parrilla, para que quede perfecta sin que tengas que esforzarte demasiado.
Necesitas:
— 2 toallas viejas
— Agua caliente
— 1 taza de bicarbonato
— 1 esponja que no raye
— Toallas de papel para secar
— Un recipiente donde quepan las parrillas. Si tienes bañera, ese sería el lugar ideal.
Cómo hacerlo:
1. Coloca las toallas en el fondo de la bañera y luego coloca las rejillas encima. Llena la bañera con agua muy caliente, hasta cubrir las rejillas.
2. Añade el bicarbonato, espolvoreando por toda la bañera y deja que repose 4 horas mínimo. De preferencia, toda la noche.
3. Al día siguiente, las manchas y partes quemadas serán fáciles de quitar con la esponja.
4. Enjuaga y seca las rejillas y devuelvelas perfectamente limpias a su lugar.
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