Ser padres debe ser una decisión de ambos, tomada con mucha responsabilidad y, sobre todo, asegurando desde el primer momento el bienestar del futuro bebé. Sin embargo, hay quienes “inesperadamente” reciben la noticia de que viene un bebé en camino y aún no están preparados para ello.
Como en el caso de esta pareja, quienes son muy jóvenes y llevaban poco tiempo saliendo, sin compromisos ni planificaciones. Pero, un día llegó la noticia inesperada: la mujer estaba embarazada. No tenían estabilidad económica para ofrecerle una buena vida a su hijo/a, por lo que intentaron recaudar fondos para darle lo necesario, sin embargo no funcionó. A pesar de que el joven vivía con sus padres, nunca les comentó nada por miedo.
Nació la niña y los abuelos paternos seguían sin saber, el padre tenía que salir de la casa todos los días con la excusa de que ayudaba a cuidar a un niño del vecindario; ya que su pareja salía por horas y le dejaba la niña a cargo pero en casa de ella. Él no sabía a donde iba la mujer, pero tardaba horas, mientras él cuidaba a su niña recién nacida.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que los padres del chico se enteraran y se molestaran tanto que lo echaron de su casa por la noche dejándole dos opciones: dejarle mi hija a su madre y mudarme a casa de su tía, o quedarse con la mujer y estar separado de su familia. El joven decidió quedarse con la madre de su hija, pero luego se enteró que consumía drogas y se fue de la casa junto a la bebé.
La mujer desapareció, no supo más de ella. Desde entonces volvió a casa de sus padres, trabaja tiempo completo y está criando a su hija con lo poco que tiene. Un joven que ha aceptado la paternidad de la mejor manera y ha actuado como pocos lo harían. Vale la pena compartir.
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