Francisco Javier Almeida pasará a la cárcel segoviana de Torredondo con más medidas de control para evitar conflictos con otros presos
Francisco Javier Almeida tiene las horas contadas en la cárcel de Logroño, donde ingresó la mañana del pasado domingo por el crimen de Álex, el niño de nueve años al que presuntamente estranguló en su casa tras llevárselo engañado de un parque. Su traslado a otra prisión es inminente, según precisan fuentes penitenciarias, que apuntan que el nuevo destino del presunto homicida será Segovia.
El centro penitenciario de Torredondo (Segovia) es un recinto más pequeño, que reúne unas mayores medidas de control para internos como Almeida, con lo que se le evitaría, destacan las mismas fuentes, conflictos y problemas derivados del delito por el que está imputado. El traslado se aprobó este miércoles y está programado que se ejecute en las próximas horas.
Hay que tener en cuenta que, a pesar de que Almeida se encuentra en el módulo de aislamiento porque es allí donde tiene que hacer la cuarentena sanitaria del Covid-19, está sujeto a un régimen de vida carcelaria ordinaria. Con su traslado se persigue un mayor control y "seguridad", así como "alejarle del foco mediático".
Además, al ser una prisión más reducida en la que hay, apuntan las mismas fuentes, "internos que cumplen condena por hechos similares", hay mayores garantías de que no se produzcan enfrentamientos. Su llegada al penal riojano causó un gran revuelo entre el resto de presos. Fue recibido con insultos y gritos, tal como atestiguan fuentes penitenciarias.
VIOLADORES, MALTRATADORES, PEDERASTAS
Dos de los hechos por los que fue condenado en los años 1993 y 1998 -asesinato de una mujer, agresión sexual y abuso de menores- y su último presunto crimen en Lardero contravienen las leyes carcelarias, que no aceptan a violadores, maltratadores, pederastas y asesinos de niños. Hasta que se materialice su traslado, Almeida continuará en una celda de observación custodiado por dos internos sombra que hacen las funciones de vigilancia.
Se trata de un habitáculo con un cristal desde el que se ve la celda contigua, donde dos reos se turnan para vigilarle dado que tiene que estar custodiado todo el día. La celda se encuentra en el módulo de aislamiento y el centro penitenciario le ha aplicado el protocolo antisuicidios.
El presunto asesino de Álex solicitó el domingo entrevistarse con el sacerdote de la cárcel. Para eso, cursó una instancia. Fue su única petición. Almeida se mantiene distante y retraído y no se comunica con los funcionarios de prisiones. Pasa dos horas al día en el patio de la cárcel, donde baja solo, y el resto de la jornada en la celda.
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