Con el propósito de que los cigarrillos electrónicos no se conviertan en una “epidemia” entre jóvenes y niños, el Ministerio de Salud de India ha planteado una medida ejecutiva que prohíba la importación y producción de este tipo de productos.
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Según indica la Secretaría de Salud en una nota interna, a la que tuvo acceso la agencia de noticias Reuters, los cigarrillos electrónicos o productos con tecnologías similares son “peligrosos tanto para el usuario activo como para el pasivo” y pueden afectar negativamente la salud pública. El Ministerio no plantea solo la prohibición de los cigarrillos electrónicos: propone penas hasta de tres años para aquellas personas que reincidan.
Aquellas personas que infrinjan la norma en una primera oportunidad podrían enfrentar una pena de hasta 12 meses y una multa de 100.000 rupias (cerca de 1.400 dólares). Los reincidentes podrían estar hasta 3 años en prisión y pagar una multa de 500.000 rupias (casi 7.000 dólares).
Hasta el momento se desconoce si la orden ejecutiva será aprobada o enfrentará modificaciones cuando el Parlamento indio entre en sesión en el mes de noviembre. “Existe evidencia de que estos productos son una puerta de entrada a los productos del tabaco e inducen a los adolescentes y adultos jóvenes al consumo de nicotina, lo que conduce a la adicción”, añade en su escrito el Ministerio.
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Aunque defensores de los cigarrillos electrónicos apuntan a que estos pueden causar menos daño que el cigarrillo convencional o tabaco, expertos en pro del control de tabaco han señalado que podrían inducir a la adicción a la nicotina. “Estos dispositivos son perjudiciales para la salud y la proliferación de estos productos tiene un impacto negativo en la salud pública”, añade el documento.
Se estima que en India hay más de 100 millones de fumadores adultos, la segunda cifra más alta después de China. Más de 900.000 personas mueren al año por padecimientos relacionados con el consumo del tabaco.
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