La caza furtiva es algo de lo que ya no deberíamos hablar. Sin embargo, y por desgracia, un nuevo caso de muerte a manos de furtivos conmociona a todos. Satao II, uno de los elefantes más emblemáticos de Kenia, ha sido asesinado a sangre fría. El paquidermo vivía en el Área de Conservación de Tsavo, situado al sur de este país africano.
El hecho, que ya de por sí es triste, agrava la situación para los elefantes de colmillos gigantes. Y es que Satao II era uno de los pocos ejemplares con colmillos tan grandes como para que pesaran más de 45 kilos. El medio local Africa Geografic explica que la muerte de este animal hace que se reduzca el número de elefantes tusker (elefantes cuyos colmillos pesan más de 45’5 kilogramos) a seis en el Área de Conservación de Tsavo.
La historia del nombre Satao no podría ser más triste. Este animal llamaba así en honor otro elefante que fue asesinado en 2014 por cazadores furtivos. Además, era también un tusker y sus colmillos pesaban 51 kilos uno y 50’5 el otro. Tener características apreciadas por los cazadores supone un auténtico drama para los animales.
Dentro de la desgracia, y con el mal ya hecho, al menos los furtivos no pudieron llevarse los colmillos de Satao II. El Servicio de Fauna de Kenia encontró el cuerpo del elefante tusker antes de que los cazadores pudieran extraer los colmillos al animal.
Es momento de que miles de animales en el mundo (osos, elefantes, rinocerontes o leones, entre otros) dejen de morir por nada.La caza es algo que ya no tiene ningún sentido. Es solo el reflejo de la más horrible codicia o maldad del ser humano. Y aunque no nos pille de cerca, nos afecta igual, es un problema de todos en el que todos deberíamos colaborar.
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