La jornada laboral llega a ser realmente agotadora. Sin embargo, puede perjudicar mucho más a quienes pasan de los 40 años de edad, así lo ha planteado un reciente estudio titulado: ‘Use it Too much Lose it?: The Effect of Workning Hours on Congnitive Ability. Pero sumado a este primer argumento, se añade otro aún más importante: la productiva.
Según indica la investigación, las personas que suman más de 40 años, son más productivas cuando trabajan tres días a la semana, como mucho, no más. Por eso, consideran que el tiempo ideal debería estar entre las 20 y 30 horas. De lo contrario, el ritmo tan acelerado de trabajo, termina perjudicando su desempeño.
Según pruebas experimentales, son diversos los efectos negativos al ejercer las funciones laborales de manera reglamentaria, a diferencia del patrón de horarios que establece el estudio (solo 3 días). Estrés, agotamiento físico, cansancio físico y emocional se apuntan como las principales consecuencias de ese ritmo de trabajo.
Otro aspecto que señala la investigación, es que los efectos de la duración de la jornada de trabajo afecta de manera significativa el rendimiento cognitivo de los trabajadores con tales edades. Problemas de concentración, memoria y capacidad de análisis son mencionadas en el estudio.
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Teniendo esto como anticipo, se llevó a cabo una evaluación metodológica donde se determinó que, jornadas superiores a las 25 horas semanas tenían un impacto negativo. Además, demuestran con esto que resulta necesario tomar con cautela la idea de retrasar la edad de la jubilación, porque de esa forma, se podría evitar el deterioro de las capacidades cognitivas.
Indican que los resultados obtenidos, tienen sentido, pues es bien sabido que los factores de riesgo que podrían acelerar el deterioro mental, están relacionados con el estrés crónico, un problema de que va de la mano con las extensas jornadas laborales.
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