Cuando a Timati Archibaldu, profesor de jardín de infancia, le dijeron que su hijo Elijah no era como los demás, el hombre al principio se sintió confundido, pero luego aceptó la enfermedad de su hijo.
Elijah, de cinco años, tiene autismo. Él vive en su propio mundo y no permite que nadie entre allí. El muchacho puede mirar la pared durante muchas horas o el tubo de la aspiradora.
El padre trató de entender un poco el mundo en el que vive su hijo, y mostrarle al mundo, lo que su hijo tiene, sobretodo a quienes consideran que el autismo es una enfermedad mental.
Sucedio un milagro: Elijah se abrio y se hizo más sociable. Timothy ha sido capaz de penetrar detrás de la aparentemente impenetrable cortina de la enfermedad de su hijo.
Timati Archibald vive en San Francisco.
Archibald se especializa en la fotografía de retratos, y se ha consolidado como un exitoso fotógrafo comercial.
En su portfolio tiene fotos de conocidas revistas y exposiciones por todo el mundo.
En este proyecto fotográfico, el personjae principal es el hijo del fotógrafo.
Es algo muy íntimo...
«Mi hijo era un niño normal. A los cinco años entró en el jardín de infantes. Y aquí comenzaron un sinfín de preguntas: ¿y por qué se comporta de esta manera y no de otra?" — comenta el fotógrafo.
«La escuela, los amigos, los profesores y todos se preguntaron ¿por qué nuestro hijo no es como lops demás? Mi esposa no se dio cuenta de ello. Para nosotros, solo era un niño difícil. Pero cuando empezó a crecer nuestro segundo hijo, vimos la diferencia en el comportamiento de los niños. Empecé a tomar fotografías, probablemente, para entender lo que sucedía. Así surgió la serie "Ejolalia"».
En medicina, el término "ejolalia" significa, repetición de las palabras de manera incontrolada. La palabra suena muy bien, pero para las personas no dedicadas a la medicina, es algo sin sentido. "Mi hijo repetía muy a menudo palabras sin sentido, que oía de alguien. Por eso llamé al proyecto y al libro así", dice Archibald.
Como cualquier otro niño, no hubiera hecho algo que no le resultara interesante. El muchacho simplemente no quería posar para las fotos, por lo que Timati tuvo que involucrar a su hijo en una especie de juego. ¡Y sucedió un milagro! — Elijah permitió que su padre entrara a su mundo.
Es verdad que el retrato obliga a mirar dentro del alma humana. Estas profundas fotografías nos muestran elocuentemente que el mundo de las personas con autismo es muy diferente al nuestro, sin embargo, el autismo no es psicológico. Estas personas tienen su propia lógica, su visión del mundo. A estos niños se les debe buscar un enfoque individual.
Ahora tiene 13 años. Él va a una escuela normal. Yo creo que esto es en gran medida mérito de sus padres, que en su momento trataron de entender a su hijo.
Y tú, ¿qué piensas al respecto?
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