Un jueves por la mañana, una bala perdida atravesó la ventana de una casa donde una madre y su hijo dormían. La bala, desafortunadamente impactó en Opie, el gato de la familia, causándole graves daños. Por suerte, Opie se está recuperando bien y pronto estará totalmente como antes.
Sin embargo, fue gracias a que el felino desvió la bala que esta impactó a escasos centímetros del niño pequeño de la familia, que estaba en otro sofá.
La suerte hizo que Opie se interpusiera entre el proyectil y su humano, evitando un desenlace fatal, por lo que el felino se ha convertido en el héroe tanto del pequeño como de su madre, que siempre le estarán agradecidos.
Siempre se dice que los gatos tienen varias vidas, y en el caso de Opie esto se ha vuelto una realidad.
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