María y Mark Gundrum de Wisconsin estaban encantados cuando fueron al médico para hacer la ecografía de su bebé de 22 semanas. ¡Estaban esperando un niño! Pero de repente, el médico contuvo la respiración y se preparó para anunciar malas noticias.
Vio una masa delante de la boca del bebé en la pantalla. El niño que iba a nacer sufría dos enfermedades raras: encefalocele, que hace que su cerebro se desarrolla fuera de la caja craneal, y la enfermedad de Teissier, también llamada hendidura facial. Se sugirió su aborto, porque además de deformar la cara, esta terrible enfermedad puede ser fatal o muy incapacitante, además de ser muy difícil de tratar.
Ya padres de siete hijos, ¡María y Marcos no querían abandonar a este bebé! El embarazo se completó y Dominic nació.
Investigando, María encontró al Dr. John Meara, un cirujano reconocido de Boston que había tratado casos similares. La pareja lo intentó todo para contactar con él. ¡Al día siguiente recibieron su llamada!
El Dr. Meara aceptó ocuparse de Dominic! Una noticia extraordinaria para la pareja, incluso aunque no habían conseguido nada todavía!
En Boston, el Dr. Meara les explicó los detalles de la intervención y la pareja se sintió muy apoyada en esta dura prueba. Se esperaba que la operación durase 10 horas.
Después de sólo 6 horas, la intervención terminó, aunque habría que esperar un mes de convalecencia antes de cantar victoria.
Pronto, Dominic recuperó la movilidad de sus ojos, una muy buena señal. Aunque habría que realizar un seguimiento, parecía fuera de peligro y volvió a tener ganas de jugar ...
¡Y sonrió!
Ahora puede llevar una vida normal con sus padres, hermanos y hermanas!
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