A menudo nos encontramos en las esquinas a equipos de recaudación de fondos y mendigos sosteniendo letreros. Esta es su forma de pedirles a los conductores que pasan alguna modesta donación. Muchos conductores sienten que esto es un poco molesto e incluso algunos de ellos reaccionan de manera agresiva. ¿Qué harías si tu pequeña hija quisiera pararse en una esquina a pedir donaciones? Si fueras el padre de la niña de 8 años Addie Bryan, no solo la dejarías, ¡alegremente la alentarías a hacerlo!
La pequeña Addie nació con una rara enfermedad llamada síndrome de Larsen, un desorden congénito que afecta las rodillas, caderas y codos. Esta enfermedad deformó algunos de los huesos de Addie, incluyendo uno de sus pies. Aunque puede correr y caminar, Addie no puede doblar las rodillas.
Debido a su condición, esta adorable chiquilla ha tenido que pasar por numerosos y extensos procedimientos en el Texas Scottish Rite Hospital. Este hospital es reconocido en el mundo por su personal altamente calificado en ortopedia y por las veces en las que se han negado a rechazar a pacientes que no se encuentran en condiciones de pagar por los procedimientos que requieren.
Addie sabía que el tratamiento que había recibido en Scottish Rite le había cambiado la vida y quiso recompensarlos de alguna manera. Para ello, Addie decidió arriesgarse. Llena de determinación, la pequeña hizo un letrero y se paró en una esquina. El letrero decía: "¡Mi deseo de cumpleaños es recolectar .000 para los niños del hospital Texas Scottish Rite!".
La niña recaudó los .000 que esperaba recibir, pero el destino tenía más sorpresas para ella. ¡Su historia atrajo la atención de los medios nacionales de noticias! El total recibido en donaciones luego de muchas entrevistas sobrepasó los .000. A partir de allí fue impresionante la aceptación que tuvo la historia.
Stephanie Brigger, vicepresidenta de desarrollo en Scottish Rite, recibió un cheque en nombre de la niña por la cantidad de .000. ¡Imagina la sorpresa de Addie! El donador anónimo había visto fotos de la pequeña de pie y corriendo. Su donación equivale a un montón de yesos y dispositivos protésicos. Cada aporte ayuda, por más pequeño que sea.
Addie se siente muy feliz al haber podido ayudar. Piensa que los niños allí serán más felices y podrán salir del hospital más rápido.
¿Qué te parece la historia de Addie? ¿Te inspiró a cambiar el mundo para mejor? ¡Cuéntanos lo que piensas en la sección de comentarios y asegúrate de compartir la historia de la valiente Addie!
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