Mark Engravalle ha vivido ya muchas cosas como policía. Sin embargo, cuando un día lo llaman para ir a un supermercado Walmart porque alguien ha intentado robar, pasa algo increíble.
El día de Mark Engravalle, originario de Roeland Park, Kansas, empieza como cualquier otro: recibe una llamada para acudir a aclarar un incidente en algún lugar de la ciudad. En este caso se trata del supermercado Walmart.
Cuando llega, los empleados del local han descubierto robando a Sarah Robinson. En su desesperación, esta madre había intentado robar pañales, zapatos y ropa.
Mark Engravalle se percata entonces de algo extraño: las hijas de la joven madre van descalzas y tienen los pies sucios. Cuando pregunta a la madre por el motivo, esta rompe de inmediato a llorar. Sarah piensa inmediatamente que irá a la cárcel. ¿Y quién cuidará entonces de sus seis hijas?
Mark entonces descubre que Sarah vive en la pobreza desde que su marido murió en 2012. Desde que perdió su casa, Sarah vive en su coche con sus seis hijas: Emily, 15, Sophia, 13, Angelina, 12, Miley, 4, y las gemelas Becky y Bella (que acaban de cumplir 2 años).
En ese momento, Mark Engravalle decide declararlo solo como delito de menor cuantía y no la toma presa. En su lugar, hace algo que cambia la vida de la joven madre para siempre.
Mark piensa en sus dos hijos y, luego, en los pies sucios de las seis hijas de Sarah. Entonces vuelve a entrar con ella en Walmart para que elija zapatos para sus niñas. Además, compra pañales y cosas para bebés.
"No podría haber sido más amable con mis hijas", dice la desesperada madre. "Y al día siguiente recibo una llamada en la que me dicen que nos van a ayudar a encontrar un sitio para vivir"
Desde entonces, cientos de personas han contactado con Sarah para ofrecerle ayuda no solo a ella, sino a Mark Engravalle. Pero Mark no lo duda ni un momento: quiere que todo el dinero destinado a él vaya para la joven familia.
"Estoy tan agradecida. Para mí es tan incómodo haber tenido que robar", confiesa Robinson, que ahora busca un trabajo para poder ofrecerles a sus hijas un techo donde vivir.
"Soy bilingüe. Hablo inglés y español, y se me dan bien los ordenadores. Solo quiero darles a mis hijas un hogar estable". Sarah está más que agradecida a Mark Engravalle, el generoso policía. No hay palabras suficientes para agradecérselo" declara Sarah. "Yo y mis hijas siempre estaremos en deuda con él".
Este policía mostró su gran corazón en el momento apropiado, cuando alguien más lo necesitaba. Si este gesto altruista también te ha emocionado, comparte este artículo con todos tus conocidos.
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