Las decisiones a favor de Francisco Javier Almeida fueron revocadas por la Audiencia de La Rioja tras el recurso de la Fiscalía
El juzgado de Vigilancia Penitenciaria llegó a conceder dos veces la semilibertad al detenido por matar al niño de Lardero (Logroño) en contra del criterio de la Junta de Tratamiento de la cárcel y de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.
Francisco Javier Almeida recurrió en numerosas ocasiones ante la Secretaría General de Prisiones el rechazo de la junta de la prisión de El Dueso (Cantabria) a progresarle de segundo a tercer grado. Esa circunstancia le habría permitido pasar de los permisos de salida tasados a un régimen de semilibertad.
En dos ocasiones el juzgado de Vigilancia Penitenciaria estimó el recurso de Almeida. Una fue en 2015 y la otra en 2016. En el primero de los autos, el juzgado indicó que la gravedad del delito -el asesinato y agresión sexual a una agente inmobiliaria- estaba ya recogido en la pena de 25 años impuesta. Además, había cumplido los dos tercios de la condena, tenía buen comportamiento y contaba con el apoyo de una asociación para trabajar fuera de la cárcel.
"Ha lugar a la progresión", señalaba el auto, que proponía el régimen mixto previsto en el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario y que combina elementos del segundo y tercer grado. La Fiscalía recurrió alegando que el régimen de semilibertad era "prematuro". La Audiencia Provincial de la Rioja estimó el recurso, por lo que Almeida siguió en el régimen cerrado, limitando su salida a los permisos ordinarios.
"PREPARADO PARA LA SEMILIBERTAD"
La secuencia se repitió al año siguiente. La Junta de Tratamiento se opuso al tercer grado e Instituciones Penitenciarias rechazó la petición de revisión del interno, que se dirigió al juzgado. De nuevo se le concedió la progresión y de nuevo la Audiencia de La Rioja estimó el recurso del fiscal.
En esa segunda decisión favorable al interno, fechada en abril de 2016, el juzgado de Vigilancia Penitenciaria sostenía que Francisco Javier Almeida estaba "preparado para un régimen de semilibertad".
Durante tres años Almeida siguió cosechando negativas de la Junta de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior. Y ahora, incluso, del juzgado de Vigilancia. En 2020, finalmente, la Secretaría General estimó la petición de Almeida contra la negativa de la Junta de Tratamiento y le concedió el tercer grado, aunque con limitaciones.
Según fuentes penitenciarias, en el expediente sobre el caso se valoraron datos como que la negativa de la Junta no era ya unánime, que había disfrutado de 38 permisos en siete años sin ninguna incidencia, que su evolución en el tratamiento y en la prisión había sido bueno y que había rebasado ampliamente los tres cuartos de la condena cumplida.
EL FISCAL NO RECURRIÓ EL TERCER GRADO
Según fuentes jurídicas, se comunicó la progresión de grado a la Fiscalía, que no recurrió la decisión. En esa nueva situación, Almeida pasó de la cárcel de El Dueso a la de Logroño, donde en abril obtuvo la libertad condicional. La propuso la Junta de Tratamiento de ese centro y la acordó el juez de Vigilancia.
En el preceptivo informe al respecto, la Fiscalía no se opuso a la libertad condicional. En esa circunstancia penitenciaria estaba cuando cometió, presuntamente, el delito que le ha devuelto a prisión: el asesinato de Álex.
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