Una mujer que perdió a su marido en febrero de 2020 ha dado a luz a su bebé mediante tratamientos de fertilidad. Sarah Shellenberg y su marido Scott habían estado luchando por tener un bebé cuando les aconsejaron que probaran la fecundación in vitro (FIV). Acababan de terminar la extracción de óvulos en una clínica de fertilidad de Barbados cuando Scott de repente sufrió un ataque al corazón en su trabajo como profesor de ciencias.
La pareja decidió viajar a Barbados para la extracción de óvulos con el fin de ahorrar costes, y cuando Sarah volvía a casa tras la segunda extracción recibió la noticia del infarto de su marido. Sarah decidió continuar intentando tener un hijo seis meses después de que su marido hubiera fallecido. Consiguió quedarse embarazada de Scott utilizando los embriones congelados, y en mayo de 2021 dio a luz a su hijo Hayes.
La pareja se casó en 2018 y se hizo la primera extracción de óvulos en diciembre de 2019. Estaban juntos cuando descubrieron que era un niño. Sarah y Scott eligieron nombres para sus dos embriones con éxito y planearon su vida juntos. Por desgracia, esos sueños se vieron truncados debido a una inesperada emergencia médica.
Trágicamente, tras el ataque al corazón de Scott, él nunca recuperó la conciencia y fue declarado clínicamente muerto. Tras su fallecimiento, Sarah sabía que Scott habría querido que ella trajera a sus hijos al mundo. Dijo que parea ellos, esos embriones ya eran sus hijos y no había otra opción. Sigue leyendo para saber más sobre esta increíble historia.
Asegúrate de llegar al final de este artículo para ver el vídeo completo
Scott siempre estuvo de acuerdo con el proceso de fecundación in vitro y pudo estar presente al principio, algo que Sarah agradece mucho. Ella compartió: "En la primera vez, acabamos consiguiendo un embrión genéticamente normal y resultó ser Hayes. Nos enteramos justo antes de Navidad de que era un niño. Scott y yo pudimos elegir los nombres antes de que muriera y eso fue muy significativo".
Tras el éxito del primer embrión, la pareja sabía que quería volver a intentarlo. Sarah dijo: "Decidimos volver en febrero para otra extracción mientras aún tuviera tantos óvulos como fuera posible". En el regreso a su casa desde Barbados, Sarah voló a Oklahoma vía Toronto.
"Cuando aterricé en Toronto y por fin me conecté al WiFi, mi teléfono se volvió loco", recordó Sarah. "Me llegaron muchos mensajes de texto; el primero que vi era de uno de los compañeros de trabajo de Scott diciéndome que estaban todos reunidos rezando por Scott".
Sarah se sorprendió al enterarse del ataque al corazón de su marido. "Llamé a su madre y me dijo que había tenido un ataque al corazón y que lo habían trasladado a la unidad de cuidados intensivos y que no había recuperado la conciencia", dijo. Al cabo de un tiempo, un neurólogo le dijo que su marido tenía muerte cerebral.
"No podía creerlo. No hay palabras para describir esa sensación. Decidí que quería donar sus órganos, así que rellené todo el papeleo. El viernes 21 de febrero tuve que ir a despedirme de él. Fue lo más difícil que he hecho", dijo Sarah. Scott donó su hígado y sus riñones, que salvaron la vida de tres personas.
Añadió: "Completamente veo a Scott en él. Siento que las cosas empiezan a ser más brillantes y que quizás mi vida no ha terminado y tengo un propósito".
En su Instagram, Sarah compartió en una publicación: "A un año y 4 meses de vida sin Scott, han cambiado muchas cosas. Estoy absorbiendo estos preciosos días en mi nuevo y más grande papel de madre y estoy muy enamorada de nuestro dulce niño. Miro esta foto, estábamos en el tractor, sudando la gota gorda, pero tan felices".
Continuó: "Mi nuevo hogar es perfecto para mí, Hayes y los animales. Estoy muy agradecida, pero Dios mío, lo que daría por tener mi antigua vida y mi vida actual alineadas. Ser esposa de Scott y madre de Hayes al mismo tiempo habría sido mi mayor sueño hecho realidad".
¿Qué opinas de que esta viuda quedara embarazada tras el fallecimiento de su marido? ¡Haznos saber tu opinión y comparte esto con tus seres queridos!
Comentarios