Los altares y las ofrendas de Muertos se componen por decenas de elementos que se remontan a tiempos previos a la llegada de los españoles y otros tantos elementos que se adoptaron por la ideología católica. Esto porque se conjugó la festividad religiosa del Día de Todos los Santos con el Día de Muertos; en lugar de que una borrara por completo a la otra, ambas se fusionaron. Hoy en día, también está amenazada por otras festividades, sin embargo, si ya sobrevivió a una conquista y colonia, podemos rescatarla del olvido.
Según la tradición, las almas de los muertos, visitan a sus parientes las noches del 1° y 2° de noviembre (el 1° los niños y el 2° los adultos).
Hay muchos estilos de altares, desde los pequeños que se levantan en una mesa dentro de casa, hasta los enormes que llevan hasta el cementerio y cubren la tumba por completo.
Niveles
Dos niveles: representan la división del cielo y la tierra.
Tres niveles: representan el cielo y la tierra y el inframundo, o bien, la tierra, el purgatorio y los cielos, o a la Trinidad.
Siete niveles: representan los siete escalones que debe atravesar el alma para llegar a la paz. También pueden representar los 7 pecados capitales.
Nueve niveles: en la cosmovisión azteca, el alma de una persona debía pasar ocho pruebas en el Mictlán (inframundo). En el noveno nivel se llegaba ante Mictlantecuhtli y su esposa Mictecacíhuatl y al descanso eterno.
Imagen del difunto
Se coloca una fotografía del difunto en el centro o en el lugar más destacado, el resto de los elementos se acomodarán alrededor.
Aromas
El copal sirve para guiar y atraer a los muertos. También se pueden colocar inciensos o hierbas aromáticas.
Papel picado (viento)
Los aztecas usaban papel amate para representar al viento. Hoy en día se utiliza papel china de color amarillo y morado (que representan la dualidad entre la vida y la muerte). Puede conseguirse ya recortado con figuras de Catrinas o bien, lo puedes recortar tú junto con tus hijos.
Velas (fuego)
Se colocan velas y veladoras para alumbrar el camino del alma. También se colocan cuatro cirios para representar los cuatro puntos cardinales o una cruz.
Agua
Se deja un vaso de agua para aliviar la sed del muerto. También se pueden dejar objetos de aseo personal.
Tierra
Para representar a la tierra se adorna con semillas de maíz o cacao, por ejemplo, o aserrín de colores. En la ideología moderna también se le relaciona con el principio: “Polvo eres, y en polvo te convertirás”.
Flores
Las flores de cempasúchil deben abundar en todo el altar. Desde el camino que conduce a él, hasta en los arcos que rematan la ofrenda.
Calaveras
Calaveras de azúcar, chocolate, barro, o de otros materiales, coloridas y con el nombre del difunto. Son una burla hacia la muerte.
Comida
Según la tradición, se deben dejar platillos que le gustaban en vida al fallecido. Mole, pozole, tamales, dulces de calabaza o tejocote y, claro, pan de muerto.
Objetos personales
En la ofrenda no deben faltar los objetos favoritos o representativos del difunto. Si es un niño, se dejan juguetes; si es adulto, puede ser desde joyas, relojes, lentes…
Objetos religiosos
Se adoptaron después de la llegada de los españoles. Se dejan una o varias cruces, imágenes de los santos de su devoción y rosarios.
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