A estas alturas, los perros nos siguen sorprendiendo con su inteligencia. El último caso, el de una perra labrador de dos años, que cuando quiere ir al parque ha aprendido el autobús al que debe subirse y la parada en la que se tiene que bajar. No necesita ayuda de nadie para ello, y se ha convertido en la pasajera más popular de esa línea de la ciudad de Seattle.
Mira por la ventana, lame los asientos o es acariciada por el resto de pasajeros, con lo cual el viaje de 5 paradas se le hace muy ameno. La sorprendente historia, que parece más bien sacada de una película, está dando la vuelta al mundo estos días.
¿No os encantaría encontraros una compañera así en el autobús? ¿Qué os ha parecido esta singular historia?
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