En las perreras se encuentran miles de perros que esperan a su propio humano. A veces la gente no se da prisa y por eso algunos perros pasan encerrados muchos años... Así fue en el caso de Rocky, el perro de estas fotos. ¡Ya tiene 17 años! Por suerte, encontró una casa maravillosa para pasar en ella los últimos años de su vida. Vale la pena leer las palabras del matrimonio que lo adoptó:
"Lo adoptamos sabiendo que tiene sus necesidades especiales. Ya tiene unos problemas relacionados con su edad, por ejemplo orina mientras duerme. Bueno, siempre hay una solución. Le ponemos un pañal. Ya sabemos que con el tiempo le costará salir fuera para hacer sus necesidades, que perderá el oído o la vista, o ambos sentidos a la vez. Ya sabemos que tendremos que adaptar nuestra casa para que no se haga daño.
Entendemos que vamos a gastar más y más dinero en el veterinario. Rocky no estará con nosotros mucho tiempo y su muerte nos dolerá mucho, pero a pesar de todo queremos recompensarle estos 17 años en la perrera. Será la mejor parte de su vida hasta el final. En este momento no estará solo sino con nosotros, rodeado de amor".
De hecho, sus dueños le miman mucho. Rocky come sólo lo mejor (contando con sus helados preferidos, es un manjar especial para los perros), pasea mucho con sus dueños y todos los días recibe su porción de caricias. Su vida es muy distina a la de la perrera. Ahí tenía que luchar por la atención de los trabajadores y los voluntarios, por la comida, en fin, por sobrevivir.
¡Vale la pena adoptar! Los perros nunca pierden la esperanza.
¡Vale la pena pasarlo a los demás!
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