Cuando este ejemplar de Galápago de Florida era sólo una cría, tuvo la mala suerte de engancharse en un plástico de los que unen los envases de seis latas de refrescos o cerveza que había ido a parar a su hábitat. Mientras crecía, el plástico siguió adherido a su cuerpo, lo que provocó que su caparazón se deformase de una manera muy llamativa que le dio esa forma que nunca debió tener.
Fue encontrada y llevada al Zoo de San Luis en 1993, ya que debido a su deformidad y problemas de salud derivados de ella no tenía muchas posibilidades de sobrevivir por sí sola. Debido a su forma, sus cuidadores la apodaron cariñosamente «Cacahuete».
Los expertos afirman que de haber ocurrido esto a otro animal, como una nutria o un ave, probablemente hubiera muerto. Esto es un gran problema debido al exceso de plásticos vertidos en los hábitat naturales de muchos animales, y por ello «Cacahuete» se ha convertido en la imagen de la iniciativa «No More Trash» (No más basura) para que ayude a concienciar a todo el mundo sobre la importancia de que dejemos de inundar de plástico la naturaleza.
Comentarios