Investigadores de la Universidad Friedrich-Schiller, en Jena, Alemania, descubrió qué es lo que permite al perezoso, uno de los animales más lentos y raros del mundo, pasar la mayor parte de su tiempo colgado boca arriba.
Utilizando técnicas de imágenes computacionales para analizar los movimientos de estos animales cuando se cuelgan de los árboles, el equipo analizó la locomoción del perezoso de dos dedos (Choloepus didactylus) con la intención de descubrir qué es lo que permite a su cuerpo adaptarse a este singular estilo de vida.
A partir de ahí filmaron una serie de videos, escáneres de tomografías computarizadas y videoradiografías (un tipo de imágenes que revelaban los huesos del mamífero) de perezosos moviéndose con las que se crearon animaciones en 3D que mostraba en detalle cómo el esqueleto del perezoso se adapta al movimiento invertido.
De este modo descubrieron que los perezosos sorprendentemente se mueven de forma muy similar a los mamíferos que viven del lado correcto: estos son capaces de caminar boca arriba y para ello cuentan con una serie de adaptaciones especiales que les permiten vivir su vida invertida, pero los músculos responsables de mover la extremidad hacia adelante y hacia atrás durante la locomoción son los mismos que en mamíferos “normales”.
El patrón se conservó durante la evolución, aunque el estudio revela que los perezosos tienen una serie de adaptaciones especiales que les hace poseedores de características únicas, como brazos comparativamente largos, pero omóplatos muy cortos y un pecho muy estrecho, características que podrían ayudar a maximizar la movilidad del hombro.
Además de poseer garras que utilizan a modo de gancho, el perezoso se mueve muy lentamente debido a su dieta baja en calorías. Cómo puede sobrevivir sólo con hojas no tienen necesidad de salir a buscar alimentos intensivos en calorías, como carne o fruta, que implicaría una conducta más energética que a su vez atraería la atención de depredadores.
Y es, en definitiva, la suma de todas estas adaptaciones contribuyen al inusual estilo de vida de tan peculiar animal. Una estrategia con la que han creado su propio “nicho”.
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