Siempre se ha creído que todos los perros son estupendos nadadores, en realidad algunos cachorros no se la llevan bien con el agua, y prefieren no acercarse. Al tener un cachorro que no le gusta acercarse al agua y además nunca se ha dado un chapuzón debemos aprender cómo enseñar a nadar nuestro perro.
Como dueños de mascotas primerizas en el agua, nos va a tocar enseñarles a nadar de manera muy similar a lo que haríamos con un niño. Con el inconveniente y la diferencia de que no tendremos la posibilidad de razonar con nuestro aprendiz, claro está: debemos armarnos de paciencia y prepararnos para hacer frente al carácter de nuestro perro, sea cual sea éste.
Brindarle confianza
Si tenemos un cachorro que acaba de llegar a casa o un perro de más edad, debemos tener claro que nosotros seremos su pilar, su asidero, a la hora de aprender a nadar. Confiará en nosotros, y si el agua le asusta tiene que sentir que estamos a su lado, cuidándole.
Una buena práctica para enseñar a nuestras mascotas es empezar entrando con ellas en el agua, en una zona en la que hagamos pie, llevándolo de la correa, si notamos que así se siente más seguro. Si es un cachorro, podemos empezar mojándole las patas un poco, luego la barriga, como haríamos con un bebé.
La importancia de las cuatro patas
Estamos acostumbrados a ver a los perros nadar con sus cuatro patas, pero no es algo que aprendan por puro instinto en muchos casos. Puede que tengan tendencia a utilizar sólo las delanteras, algo nada aconsejable ya que acelera el agotamiento. En nuestra mano está, si vemos que nuestro perro se comporta así, el colocarlo de manera horizontal para que vaya aprendiendo a emplear las cuatro patas.
Piscina para perro
¿Y si no tenemos acceso a una piscina propia, pero vamos a viajar a la playa y queremos que aprenda antes a nadar? En las tiendas de mascotas podemos conseguir todo tipo de piscinas para nuestros caninos, con estas podemos tener un piscina segura en casa sin necesidad de realizar una obra.
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