Carlos Ruiz Zafón fue pionero en una nueva era de la narrativa comercial y puso de moda la tradición gótica de su ciudad tras publicar La sombra del viento
La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón, fue el primer best seller español de su generación, la primera réplica escrita en castellano junto a La catedral del mar de Ildefonso Falcones a la la literatura comercial de los años 90. Su esquema y su lenguaje eran los de los folletines melodramáticos de toda la vida: teníamos a dos amantes que, a la vuelta de un capítulo, resultaban ser hermanos y entonces, ocurría que ella estaba embarazada pero el padre, que estaba en el secreto, la raptaba y ella se moría y él la buscaba pero aparecía otro enamorado por ahí que quería matarle a él... Ese tipo de cosas.
Lo interesante era que el paisaje que Carlos Ruiz Zafón eligió para su novela tenía algo muy singular, ya que Julián Carrax, el protagonista de La sombra del viento, remitía a la oculta tradición siniestra de Barcelona, al mundo maldito de Juan Eduardo Cirlot y sus colegas y, un poco mñas de pasada, al de Nada de Carmen Laforet.
Dos décadas después de aquella campanada, Carlos Ruiz Zafón ha muerto a los 55 años en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, donde residía, tras dos años de tratamiento contra el cáncer. Durante este tiempo, Ruiz Zafón ha sido el escritor español más leído del mundo. El más leído desde Cervantes, según una frase que se repetía con frecuencia.
La sombra del viento era, en realidad, la primera parte de una tetralogía llamada El cementerio de los libros olvidados, que incluía los títulos El Juego del ángel, El prisionero del cielo y El laberinto de los espíritus. Vistas en conjunto, las cuatro obras permiten entender otra de las sofisticaciones de Ruiz Zafón. Toda la serie es una especie de juego de muñecas rusas, de historias escondidas dentro de otras historias que llevan desde los años 20 hasta los 50. Además, su tono es desesperado y nostálgico.
Sus personajes trafican con relatos secretos que esconden verdades profundísimas del alma y lo hacen con mucha responsabilidad y angustia: tienden a la melancolía, entran y salen de la depresión... Las novelas de Ruiz Zafón tienen también las dosis habituales de acción en el genero de la narrativa comercial, pero esa acción está dirigida a la supervivencia, no a la conquista. Sus criaturas siempre viven atormentadas.
¿Reflejaban esos personajes melancólicos la personalidad de Carlos Ruiz Zafón? Los íntimos podrán decirlo. El novelista no era una persona esquiva, pero parecía poner distancia con el mundo siempre que podía. Tanta distancia puso que se marchó a Los Ángeles a mitad de la década de 2000, con el propósito de escribir para Hollywood.
De Zafón se sabe que había crecido en el lado derecho del Ensanche, cerca de la Sagrada Familia, en una familia de clase media, y que había estudiado con los Jesuitas. Se sabe que su primer talento fue el dibujo y su querencia, las historias de terror. Se sabe que en la universidad fue dando tumbos por varias facultades sin llegar a encontrar su sitio. Se sabe que escribió novelas infantiles y juveniles y que se empleó en una agencia publicitaria.
Entonces llegó la campanada. Para 2008, La sombra del viento llevaba un millón de ejemplares vendidos desde su primera edición en Planeta en 2001. En la historia editorial de España no se había alcanzado antes esa cifra de una sola novela. Se ha traducido a más de 30 lenguas en más de 40 países y consta como el mayor éxito de ventas mundial de la narrativa española con más de 10 millones de copias despachadas.
En Alemania alcanzó el primer lugar de la lista de libros más vendidos de la revista Der Spiegel, gracias al éxito de su segunda novela, El juego del ángel, publicada por la editorial Fischer, que pagó cerca de tres millones de euros por sus derechos. En total, a Zafón se le atribuyen más de 15 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo.
"Hoy es un día muy triste para todo el equipo de Planeta, que le conoció y trabajó con él durante 20 años, en los que se ha forjado una amistad que trasciende lo profesional", reza el comunicado de Planeta, donde publicó su tetralogía más popular El cementerio de los libros olvidados.
"Nos ha dejado uno de los mejores novelistas contemporáneos, pero seguirá muy vivo entre todos nosotros a través de sus libros", continúa el homenaje de Planeta, "porque como Carlos le hace decir a uno de sus personajes literarios, el señor Sempere, cuando lleva a su hijo Daniel a descubrir el secreto de El cementerio de los libros olvidados: 'Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quien lo escribió, y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él'".
El Cementerio de los Libros Olvidados lo lanzó a la fama desde su primera novela, La Sombra del Viento, publicada en 2001, y que iría seguida de El Juego del Ángel, El Prisionero del Cielo y El Laberinto de los Espíritus, todas ambientadas en la Barcelona misteriosa y gótica de la posguerra vivida a través de los ojos de Daniel Sempere.
LA SOMBRA DEL VIENTO, PRIMER BEST SELLER ESPAÑOL DE SU GENERACIÓN
La sombra del viento fue el primer best seller español de su generación, la primera réplica escrita en castellano junto a La catedral del mar de Ildefonso Falcones a la la literatura comercial de los años 90. Su esquema era el de los folletines melodramáticos: los amantes, a la vuelta de un capítulo, resultaban ser hermanos, entonces, ocurría que ella estaba embarazada, pero el padre la raptaba y ella se moría y él la buscabam pero aparecía otro enamorado por ahí que quería matarle a él... Ese tipo de cosas.
Lo interesante era que el paisaje que Ruiz Zafón eligió para su novela tenía algo muy singular, ya que Julián Carrax, el protagonista de La sombra del viento, remitía a la oculta tradición siniestra de Barcelona, al mundo maldito de Juan Eduardo Cirlot y sus colegas.
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