Esta receta de flan de queso es muy fácil de preparar, se hace con poquitos ingredientes y sin necesidad de utilizar huevos ni horno.
Si la probáis, veréis que queda un postre de sabor suave, con una textura cremosa, un intermedio entre un flan y una tarta de queso.
La verdad es que es una receta que tengo guardada hace mucho tiempo y, aunque al principio, cuando la probé, la hice algunas veces, ahora estaba injustamente olvidada. Suerte que, al hacer limpieza de archivos, ¡¡volvió a cruzarse en mi camino!
Ingredientes
— 500 gr de leche
— 500 gr de nata (crema de leche)
— 500 gr de queso mascarpone
— 2 sobres de cuajada
— 180 gr de azúcar
— 200 gr de azúcar
— 3 ó 4 cucharadas de agua
— unas gotas de zumo de limón (opcional)
Elaboración
1. Empezaremos preparando el caramelo: ponemos en una cazuela el azúcar, el agua y el zumo de limón y dejamos, a fuego medio-fuerte, muy importante, sin mover con cuchara. Hay que estar atento para que no se queme, si es necesario, podemos mover meneando de vez en cuando la cazuela con las asas. Dejaremos al fuego hasta que todo el azúcar esté liquido y el caramelo tome un color doradito. Una vez que lo tengamos, repartimos el caramelo en el fondo y las paredes del molde en el que queramos presentar el flan de queso.
2. Ponemos la leche, la nata (crema de leche), el queso, los sobres de cuajada y el azúcar en un bol, y lo mezclamos con la batidora, a baja potencia, hasta que esté todo bien integrado y nos quede una mezcla homogénea.
3. Ponemos esta mezcla en una cazuela a fuego suave. Moveremos continuamente con las varillas para que no se nos pegue y no salgan grumos y dejamos al fuego, justo hasta que la mezcla vaya a romper a hervir.
4. Vertemos ésta mezcla en el molde caramelizado, con cuidado y poco a poco para que no se nos mezcle con el caramelo. Dejamos entibiar y cuando haya enfriado un poco metemos al frigorífico, para que termine de cuajar. Justo antes de servir, desmoldamos con cuidado y decoramos al gusto nuestro flan de queso.
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