Trágico final para Brisa Tatiana Fernández, una niña de 13 años que desapareció el pasado miércoles 6 de noviembre en Buenos Aires (Argentina). Y es que tras varios desaparecida, fue encontrada muerta y enterrada el viernes. Después de no volver de la compra, su familia denunció la desaparición. Su abuela no tardaría en recibir, poco después, un enigmático mensaje de la aplicación Messenger: «No volveré, mi padre no me quiere, me hace cosas».
Las autoridades argentinas observaron que en su teléfono no tenía tarjeta SIM y que por tanto se tenía que haber conectado a una red Wi-Fi. Con la ayuda de Facebook, consiguieron establecer la IP del emisor. Se identificaron tres posibles viviendas y el viernes a las 14.00 se confirmó que una de ellas pertenecía la de su tío.
El presunto asesino ya estaba siendo investigado
Horas antes, él ya había prestado declaración y la fiscalía no tardó mucho en pedir una orden de registro de la vivienda. Allí, sin la presencia del detenido, los investigadores encontraron un pequeña zanja en el jarín cubierta de arena. Una vez excavaron, sobre las seis de la tarde, localizaron el cuerpo de la pequeña, envuelto en una sábana. Tres horas después el tío era arrestado acusado de un asesinato, que ha conmocionado al país latinoamericano tal como pasó hace unos meses con la muerte de Benjamín de 4 años.
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