Los adolescentes, con su energía y juventud, tienen toda la capacidad de cambiar el mundo y hacerlo un lugar mejor para todos los seres vivos. Tal como demostraron un grupo de chicos que salvaron la vida de un indefenso perrito, mientras se encontraban de paseo sobre sus bicicletas.
Estos adolescentes no dudaron ni un segundo hacer el bien a un perrito en aprietos
Wade Harrell salió de paseo en compañía de sus amigos, Tyler Cancienne y Brayden Mauroner. Transitaban sobre una aislada carretera en Acadia Parish, Louisiana, cuando de pronto su trayecto tomó un giro inesperado y se olvidaron de su tarde de diversión para hacer algo mucho más importante: salvar la vida de un peludito que se encontraba a un costado del camino.
El perrito prácticamente no se movía; tenía diversas lesiones en su dócil cuerpecito. Pero, casi como un milagro, el canino se aferraba a la vida y los adolescentes entendieron que no lograría sobrevivir si alguien no le daba un poco de ayuda.
Solo tienen 13 años, pero hicieron todo para ayudar al perrito
Los jovencitos sospechaban que el canino pudo haber recibido lesiones por parte de un conductor imprudente. De inmediato, contactaron al refugio de animales llamado Haseya’s New Beginning Animal Rescue.
Wade y sus amigos observaron de cerca al perrito, percatándose de que sus ojos se movían constantemente. Para protegerlo de recibir más lesiones, construyeron una cerca protectora improvisada con sus bicicletas; las colocaron alrededor del perrito y se mantuvieron vigilantes en todo momento.
Afortunadamente, los rescatistas del refugio no tardaron en aparecer, identificando de inmediato la zona gracias a la protección que hicieron los jóvenes.
Levantaron al peludito suavemente, envuelto en una manta, para no ocasionarle más malestar y lo trasladaron a sus instalaciones para que un veterinario pudiera brindarle los cuidados necesarios.
El perrito cojeaba de una pierna, tras haber recibido una lesión en su cadera. Recibió analgésicos, alimento caliente y una suave cama para poderse recuperar. Mientras él luchaba por su vida, los rescatistas se percataron de la importancia de la aparición de los jóvenes en el destino del peludito.
“Si no hubieran aparecido, probablemente él no hubiera sobrevivido. Es una locura, se supone que los chicos no debían estar paseando en esa zona de la carretera”, afirmó Katie LeBlanc, voluntaria del Haseya’s New Beginning.
Katie LeBlanc y los otros voluntarios del refugio aclamaron la acción de los jóvenes
Para los jóvenes lo más importante no era ser considerados héroes, sino haber salvado con su acción al perrito.
Los voluntarios del refugio quisieron honrar el noble gesto nombrando al peludito Wade, pero cuando se dio a conocer la historia salió a la luz todo acerca del pequeño.
El perrito sí tenía un hogar y era buscado desesperadamente por su familia. Había desaparecido desde hace más de una semana, cuando salió de la puerta de su casa que quedó abierta por accidente. Lamentablemente no habían encontrado pista alguna que condujera a su paradero.
Salió de su casa cuando su familia cortaba el césped
“¡Su nombre es Taz! ¡Es nuestro perro! ¡Salió hace una semana y lo hemos estado buscando desde entonces! ¿Podrían contactarme? ¡Muchas gracias, a Wade Harrell y sus amigos, por ayudar a Taz! Lo apreciamos mucho”, dijo la humana del perrito misterioso.
El refugio no tardó en contactar a la familia de Taz. El peludito se recuperó satisfactoriamente de sus lesiones y pudo volver a encontrarse con sus seres queridos, todo gracias a la intervención accidental de Wade y sus amigos.
Esta historia es la mayor muestra de que siempre se puede hacer el bien, especialmente cuando no se planea y surge como una acción espontanea del corazón.
Su familia agradecerá infinitamente a los jóvenes
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