El acoso escolar o bullying es algo que siempre ha estado presente. Sin embargo, estamos presenciando una visibilidad cada vez mayor de este problema gracias a los esfuerzos por sacarlo a la luz y erradicarlo.
Si bien el escenario habitual del acoso escolar suele ser el colegio, en casa también pueden darse casos de discriminación y acoso sin llegar a ser conscientes de ello. Dicho de otro modo: «de padres abusones, salen hijos abusones». Esto es lo que argumentan los expertos en base a numerosos ejemplos en los que por una disputa entre compañeros de clase llegan a intervenir los padres de forma muy poco propicia.
El padre de esta pequeña que celebraba su cumpleaños en casa invitó a los amigos de su hija a través del grupo de Whatsapp de padres. Sin embargo, ninguno de los niños acudió a la fiesta de la niña. Fueron los propios padres del resto de alumnos los que actuaron con cierto grado de acoso escolar o bullying haciendo que sus hijos rechazaran a esta niña.
Y aunque la mayoría de los casos se dan entre los niños, en el colegio, hay muchos otros que comienzan en casa. Son los padres quienes a veces inducen de una forma u otra a sus hijos con respecto a los compañeros de clase. En cualquier caso, a ambas situaciones habría que buscarles solución. Empezar por casa y seguir por el colegio y la calle.
Los comportamientos entre chicos y chicas son muy diferentes en edades tempranas, sin embargo, cuando se llega a la adolescencia cambia y ambos se unifican en una conducta tan agresiva como parecida. Estos problemas los refleja de una forma muy clara esta psicóloga infantil, que explica cómo los chicos y chicas acusan de un modo u otro lo que ven en casa y viven en el colegio.
Parece cosa de poco, pero que existan casos de suicidios de menores por acoso escolar no es solo un problema de niños. Habría que trabajar en conjunto para que situaciones así desaparecieran, para que no rondaran más vídeos violentos de menores ni hubiera muertes que podrían evitarse.
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