En abril de este año arrestaron a una mujer en Coachella, California, luego de que una cámara de seguridad la grabara tirando siete cachorritos hacia un basurero.
John Welsh, un representante del departamento de servicios animales del condado, confirmó para NBC News que el video mostraba a una mujer de cabello negro que llevaba una falda tirando una bolsa sellada en el basurero. Alguien que iba pasando, que se identificó como "John", vio la bolsa unos 15 minutos más tarde. Se cree que los perros son una mezcla de terrier.
John luego fue a llevar a los cachorros a una tienda cercana con aire acondicionado, ya que la temperatura ese día estaba por encima de los 32 grados. Welsh admitió que dudaba que los cachorros hubieran sobrevivido si se hubieran quedado por más tiempo en el bote de basura, aunque uno de ellos murió unos días después de que los rescataran.
Eventualmente identificaron a Calwell y las autoridades la detuvieron. Fue imputada con siete cargos por crueldad animal, un crimen en el estado de California. Además, cuando la policía llegó a la casa de Calwell se encontraron con unos montón de perros viviendo en terribles condiciones. Los cachorritos que fueron abandonados a su suerte en una bolsa plástica no eran las únicas víctimas.
Dentro de la casa, la sospechosa tenía hacinados a 38 perros, de los cuales la mayoría sufría de problemas de malnutrición y estaban enfermos debido a una condición de vida asquerosa en un espacio tan reducido. Los rescatistas se dieron cuenta de que si los miraban a los ojos, los perros lucían miedosos y nerviosos. Obviamente no estaban acostumbrados a que los acariciaran o a que los pasearan con una correa.
En un principio la fianza se estableció en una irrisoria cifra, 10.000 dólares, la cual Calwell pagó y todos los perros fueron puestos bajo custodia. Sin embargo, los fiscales de la ciudad le pidieron al juez que aumentara el valor de la fianza debido a la grave naturaleza de los crímenes, así como por la gran cantidad de perros que habían sido maltratados.
De acuerdo con Desert Sun, Joseph Cavanaugh, el abogado de Calwell, argumentó en la corte que la fianza no debía aumentar porque, según sus palabras, "los perritos no son personas". No obstante, la fianza subió de todas formas a 50.000 dólares.
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