La primera vez que Coconut llegó al refugio de ASPCA estaba hambrienta, temblorosa y muy asustada de la gente. Fue rescatada de un criadero donde la tenían completamente aislada, junto a otros 150 cachorros. Lo más probable es que nunca hubiera tenido ningún tipo de contacto con los humanos, salvo a través de una alambrada.
Coconut solo es un ejemplo que representa a los cientos de miles de perritos que son criados en masa, únicamente para su venta, o que son abandonados a su suerte todos los días, tras haber dejado de ser uno de nuestros caprichos. Por ello, antes de comprar uno acuérdate de que las protectoras de animales y los refugios están llenos de perritos que necesitan un hogar urgentemente.
La asociación ASPCA se encarga principalmente de buscar familias para la adopción de perros. Pero antes de poder ser adoptada, Coconut necesitaba eliminar los miedos y los traumas que se fueron forjando en su interior desde que era un cachorro. Por ello, decidieron llevarla a su Centro de Rehabilitación de Conducta para perros en Nueva Jersey. Aquí se sometería a un tratamiento intensivo para curar sus miedos y ansiedades. El resultado tenéis que verlo con vuestros propios ojos…
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