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Como padres nos preocupamos constantemente con proveer a nuestros hijos de todas la herramientas a nuestro alcance para que su desarrollo sea pleno, inteligencia emocional, autoestima, nutrición y rodearlos de experiencias que sean significativas y valiosas. Para el futuro, es importante que aprendamos y les enseñemos a ser buenos seres humanos.
Todos queremos que nuestros hijos sean buenas personas, que cuenten con las herramientas suficientes para enfrentar cualquier adversidad y que aprendan a tomar la decisión de ser felices.
El día de hoy, muchos padres se preocupan por qué sus hijos tengan las mejores notas, y están al pendiente que adquieran año con año las competencias marcadas por la currícula escolar, y las habilidades que corresponden a cada etapa del desarrollo humano. Y sí claro que es importante que sean funcionales, que nuestros hijos sean capaces de resolver problemas y que día con día sean más autosuficientes.
Pero también es importante que valoren y aprecien el fresco olor del pasto mojado, que aprecien y respeten la vida animal. Que sean conscientes y responsables del medio ambiente. Que sean empáticos.
Mary Gordon, autora de Roots of Emphaty (Raíces de Empatía) enseña a los niños en su programa a ser amables, promueve la empatía en lo niños y la alfabetización emocional. La empatía es uno de los valores y sentimientos más poderosos, es la guía perfecta para manejarnos con una línea moral que no afecte los intereses y la libertad de quienes nos rodean.
En un mundo que exige eficiencia y competitividad, es fácil perdernos en cosas, que si bien son necesarias, no dejan de ser secundarias. Para ser felices y exitosos necesitamos estar convencidos y seguros de nuestras capacidades, pero sobre todo valorar y agradecer lo que nos rodea.
A mí me preocupa mucho más que mi hijo sea agradecido y que aprenda de sus errores, antes que sepa como realizar multiplicaciones de quebrados, o que se memorice las capitales de todos los Estados de la República. Claro que el conocimiento es valioso, pero ese llega de muchas formas y durante toda nuestra vida. Los valores son los cimientos de un ser humano.
Comencemos una era en la que premiemos y pongamos estrellita a los actos de agradecimiento y bondad tanto como premiamos las buenas calificaciones en la boleta.
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