En una de cada tres familias, los abuelos ayudan con el cuidado de los niños. La tendencia va en aumento, ya que ambos padres trabajan cada vez más tiempo, por lo que además están agradecidos por cualquier apoyo. Pero si la ayuda se convierte en interferencia, los conflictos no pueden evitarse. A veces el comportamiento de los abuelos puede ser dominante: por un lado, se trata de consejos erróneamente formulados pero que tienen buenas intenciones; por el otro, están los abuelos que van más allá del límite y arrebatan a los padres su labor educativa.
Con el nacimiento de un hijo, los padres y los abuelos deben dialogar sobre la función de cada uno con respecto al niño. Esto no siempre tiene éxito sin problemas. La experiencia de los ancianos se opone al deseo de los más jóvenes de asumir su responsabilidad. A veces los viejos conflictos familiares vuelven a estallar. Incluso los consejos bien intencionadas o la limpieza no solicitada de la casa mientras los padres están fuera provocan fricciones. Además es difícil para los abuelos aceptar que ya no tienen control sobre la crianza de sus hijos.
Las siguientes 8 medidas pueden ayudar a equilibrar la relación entre padres y abuelos. Recuerda que si la abuela y el abuelo ayudan a cuidar a los nietos, todos saldrán ganando.
1. Asigna las tareas
Los abuelos a menudo ven al nieto como una segunda oportunidad. Algunos quieren reafirmar su estilo de crianza, otros quieren reparar la falta de tiempo o dinero que tuvieron con sus propios hijos. Sin embargo, si alguno de los abuelos limpia el cuarto de juegos sin que se lo pidan o toma las tijeras para el pelo por su propia cuenta, debes hablar con ellos. La distribución clara de las tareas ayuda a dar a los abuelos un margen de maniobra, a involucrarse, pero también a aclarar dónde están los límites. Si esto no ayuda, los abuelos deben ser relevados de sus funciones.
2. Toma las riendas de tus emociones
A veces te dicen que "el niño necesita una gorra", otras te enseñan "cómo sujetar al bebé correctamente cuando lo amamantas", lo que te pone los nervios de punta. Pero evita enfadarte. Evalúa qué comentario es superfluo desde tu punto de vista y qué crítica es constructiva. De esta manera, tú mismo puedes tomar las riendas de la situación. Nota: los abuelos siguen siendo padres, y dan consejos, te guste o no.
3. Crea un margen de maniobra
Como padre, debes ser consciente de que nunca puedes criar a tus hijos completamente solo. Hasta cierto punto, esto incluye cierta interferencia, ya sea desde el jardín de infancia, la escuela o los abuelos. Así que no les digas a tus abuelos en detalle cómo tratar a sus nietos. Un poco de libertad de acción es buena, ya que los niños aprenden que cada persona tiene sus propias reglas. Especialmente si los niños no están tan a menudo con los abuelos, los regalos espontáneos o el tiempo extra viendo televisión de vez en cuando están bien.
4. Borra "siempre" y "nunca" del vocabulario
Lo más importante para una buena relación entre padres y abuelos es la comunicación. Sin embargo, es importante abordar las cosas de la manera correcta. Evita afirmaciones como "siempre haces lo mismo" o "nunca lo haces". Concéntrate en el incidente específico y trata de formular frases como: "¿Podrías escribirme un mensaje de WhatsApp la próxima vez? Me siento mejor si me entero de lo que pasa". También frases como: "Gracias, pero tengo la situación bajo control" quitan intensidad a las críticas de los experimentados ancianos.
5. Habla con tu marido sobre su responsabilidad
Cuando la suegra interfiere en la educación, los maridos suelen vacilar: "Solo tiene buenas intenciones". Esto es bueno y malo al mismo tiempo. Por supuesto, la abuela no actúa en tu contra, solo quiere defender su postura frente a su nieto. Por otro lado, no tienes que aceptar nada que vaya en contra de tus principios. Así que deja claro a tu esposo que es su trabajo hablar con su madre cuando dice o hace cosas que te agobian.
6. Mantén tus decisiones
Los padres a menudo se sienten inseguros, especialmente al principio. Esto tienta a algunas abuelas y abuelos a tomar el control en la educación del nieto e imponer su propia autoridad. Pero cuando se trata de ser padres, rara vez hay cosas que son ciento por ciento buenas o malas. Demuéstrales a los abuelos que estás dispuestos a correr el riesgo de tomar decisiones equivocadas. Si te muestras asertivo, también ayudarás a que los abuelos se vean a sí mismos desde otro punto de vista.
7. Llega al fondo de los conflictos
No es inusual que los resentimientos del pasado conduzcan a pequeñas discrepancias con los abuelos. Pero recuerda: si los abuelos interfieren en la educación, ¡esto es una señal de que se preocupan por el niño! Por lo tanto, aprovecha la oportunidad para llegar al fondo del conflicto. Una vez que hayas descubierto por qué algunos comentarios te enfurecen tanto, todos los involucrados pueden beneficiarse y aprender de la situación.
8. Da las gracias
A veces también ayuda agradecer a los abuelos por su interés y voluntad de involucrarse. Esta es la mejor actitud que puedes mostrar para iniciar una relación amigable y respetuosa donde nadie sobrepase los límites ni muestre un comportamiento autoritario. Ciertamente, hay abuelos que no están dispuestos a modificar las creencias adquiridas a lo largo de tantos años, y pueden mostrarse reacios al cambio.. Pero la gota constante termina por ahuecar la piedra. Por lo tanto, ten paciencia y defiende tu punto de vista con una perseverancia respetuosa.
Afortunadamente, la cooperación entre padres, abuelos y nietos tiene éxito en la gran mayoría de los casos. Las fricciones y el mal humor, sin embargo, ocurren incluso en las mejores familias. Los consejos que aquí se presentan tienen por objeto sensibilizar a la gente sobre la necesidad de abordar los conflictos de manera constructiva. Sin embargo, si sientes que los problemas son más serios en tu caso o que no puedes resolverlos solo, no debes dudar en buscar ayuda profesional.
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