Estar enfadado está mal visto en la sociedad moderna. Por lo tanto, muchas personas no están acostumbradas a hablar de sus sentimientos negativos o incluso a mostrarlos. Pero la ira y la agresividad no resueltas se traducen en estrés, lo que puede afectarte psicológicamente.
Los psicólogos llevan años ocupándose de este problema. Y tú también puedes poner de tu parte y ayudar a tus amigos y familiares más cercanos a manejar su ira de forma adecuada. Existen algunas técnicas muy eficaces para enfrentar y neutralizar un ataque de ira en tu contra.
No importa si el enojo hacia ti está justificado o no: los métodos son igualmente efectivos.
1. Controla tus propias emociones
Si reaccionas con ira ante el enojo de la persona que te está agrediendo, te colocas a ti mismo en una posición vulnerable. Haz lo posible por no replicar las emociones de la persona enfadada y mantén la mente abierta y tranquila. Esta es la única manera de salir del conflicto sin resultar herido.
2. Mantén la cordialidad durante una discusión
Si una persona se enfada, no es su culpa, sino de la fragilidad de su estado emocional. Intenta enfrentarte a la persona con amabilidad y ayúdale a resolver el problema y a lidiar con sus emociones negativas. Sin embargo, una frase como "quiero ayudarte" suele caer muy mal. En situaciones de conflicto, es mejor dejar de lado el propio orgullo, centrarse en comprender al otro y tomar en cuenta su punto de vista.
3. Ahórrate las explicaciones
En una discusión, no importa lo que digas en tu defensa en ese momento porque la situación es demasiado emocional. Más bien deberías concentrarte en conseguir que la otra persona se relaje de nuevo. Solo entonces tu interlocutor estará dispuesto a escucharle y a aceptar tus disculpas o explicaciones.
4. No tengas miedo de equivocarte
No creas que tienes razón solo porque has logrado mantener la calma. No debes avergonzarte si tu opinión resulta ser errónea al final de la conversación. Hay que estar dispuesto a hacer el orgullo a un lado, disculparte y tratar de corregir tus errores, incluso si al principio de la discusión estabas convencido de tus argumentos.
6. Trata de comprender el problema
A menudo, una persona muy emocional no puede identificar la causa de su ira. Dice muchas cosas innecesarias y se pierde en sus propias emociones y pensamientos. Para resolver el problema y calmar a tu interlocutor, es importante que trates de ser lo más racional posible. La mejor estrategia es hacer preguntas concretas y repetir claramente las respuestas de la persona para ayudarla. Sin embargo, solo debes repetirle las partes más importantes para que pueda ver la situación con mayor claridad.
6. No finjas no tener sentimientos
No intentes fingir que no te importa. Es muy bueno mantener la calma y controlar la situación. Pero la historia es totalmente diferente cuando ya te sientes herido y enfadado. Si intentas abandonar la discusión solo provocará que la otra persona se enfade más.
7. No te pongas por encima de la otra persona
La ira es una de las emociones más destructivas y agotadoras. Sin embargo, si la persona con la que hablas se enfada, no significa que sea peor persona que tú, solo significa que se siente peor en ese momento. Lo primero que deberías hacer en una situación así es ayudarle a lidiar con sus propios sentimientos. No intentes ponerte por encima de la otra persona: este comportamiento es aun más destructivo que estar enojado.
8. Pregunta directamente qué podría mejorar la situación
Preguntar "¿Qué puedo hacer?" puede ser muy tranquilizador. Es una señal de confianza, así como de sinceridad, y muestra tu deseo de resolver el problema. También te ayuda a comprender el problema de forma más rápida y racional posible.
9. No seas insistente
Si la persona con la que hablas está tan furiosa que no entiende de razones, retírate y espera a que se calme. A no ser que ambos estén dispuestos a admitir su parte de responsabilidad en el conflicto y comunicarse sin agredirse, es mejor darse un espacio. Intentar resolver un problema antes de que ambos estén preparados es siempre una mala idea.
10. Intenta resolver el problema
Es normal sentirse molesto o incómodo cuando alguien se enfada contigo. Por lo tanto, tu principal objetivo debe ser resolver este problema. Intenta exponer el motivo del conflicto de la forma más clara e imparcial posible. De este modo, podrás acotar la causa del enfado y ayudar a tu interlocutor a recuperar la calma. Aclara cada punto. ¿Qué ha pasado? ¿Qué tenía de malo? ¿Qué esperaba tu interlocutor?
Cada persona maneja las emociones de manera diferente. Pero en una discusión, los reclamos pueden subir de tono hasta el punto de decirse cosas desagradables. Por eso es importante mantener la objetividad y tratar de calmarse para poder resolver el problema adecuadamente.
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