Cuando somos niños, solemos pensar que nuestros padres son superhéroes invulnerables que tienen toda la fortaleza y el poder del mundo. Así es precisamente como Landon Cunningham vio a su papá especialmente cuando lo protegió de un bate volador en su primer juego de béisbol.
Landon quería que su mamá pudiera ver algunas imágenes del partido. Le preguntó a su papá si podía tomar algunas fotos para enviárselas a su mamá.
En ese momento, Danny Ortiz, el jardinero de Pittsburgh, llegó a batear. Abanicó y perdió el control del bate. Este salió volando hacia las gradas. Se estima que un bate puede alcanzar una velocidad que va desde 105 a 140 kilómetros por hora según Blast Motion. El bate iba tan rápido como un vehículo en una autopista.
Christopher Horner, un fotógrafo de deportes, casualmente estaba en la posición perfecta para captar la escena en cámara. El bate iba en dirección hacia el pequeño Landon, quien estaba enviándole un mensaje a su mamá. No sabía qué se le venía encima.
Por fortuna, su papá estaba más preparado que él. Shaun contó a Inside Edition: “En un principio parecía que estaba pasando sobre nuestras cabezas y en el último segundo me di cuenta de que iba directo hacia él”. Puso el brazo justo en frente del rostro de Landon e hizo el bloqueo perfecto.
Más tarde la mamá de Landon, Ashley, vio las fotos aterrada y con mucho miedo. Estaba muy agradecida de que su esposo tuviera esos reflejos. Shaun actuó con modestia con respecto a toda la situación. Aseguró que simplemente estaba protegiendo a su hijo, explicó para Tribune-Review. Ni siquiera tuvo tiempo de pensar en lo que estaba haciendo. Por suerte nadie salió herido en esta situación y Landon sigue fiel a su amor por el béisbol.
¿Qué te pareció la rápida reacción de Shaun? ¿Has estado tan cerca de un accidente de este calibre? Cuéntanos sobre ello y comparte con tus amigos y familiares para que conozcan la valentía de Shaun.