Durante una visita al supermercado Tesco con su padre, Jay Burke, un niño de 10 años de edad con síndrome de Down, se emocionó al ver una caja para pagar vacía. Su padre, David, pensó que tendría que sacar a su hijo de la caja para no causar problemas a la gerencia. Resulta que a la gerencia no le causó ningún problema en absoluto.
Cuando el gerente de la tienda se acercó, David ya estaba preparado para disculparse en nombre de su hijo. El gerente no tenía ningún tipo de amonestación. De hecho, precisamente autorizó que abrieran la caja para que el hijo de David fuera el que registrara sus compras.
Jay se hizo cajero por un día y el gerente de la tienda nos demostró cómo actos sencillos de bondad pueden ayudar a que el lugar sea un lugar mejor. Las personas con necesidades especiales no deberían ser vistas como diferentes de una forma negativa.
Tienen tanto amor y fortaleza como cualquier otra persona. Este es un pequeño momento que seguramente significará mucho tanto para Jay como para su padre. Echa un vistazo al video aquí:
¿Qué piensas de este momento? ¿Te conmovió? Muéstraselo a cualquier amigo o familiar que siempre esté en la búsqueda de señales de bondad en el mundo.