Un juego de niños la dejó parapléjica, hoy sus padres quieren advertirnos

12.01.2018 09:38

Cuando Kylee Hoelscher entró al cuarto donde estaba jugando su pequeña Eden, de tan solo 5 años, ahogó un grito: Eden estaba tirada en el suelo, sin moverse. Corrió asustada a ver qué había sucedido y, cuando intentó ayudarla a ponerse de pie, descubrió que algo andaba mal. 

Eden no podía ponerse de pie y, lo que al principio Kylee pensó que era por culpa del dolor, cambió rápidamente a un nuevo terror. En cuanto le pidió a su hija que moviera las piernas, Eden respondió algo que no olvidaría jamás: no puedo, las siento dormidas.

Así fue como comenzó la pesadilla que esta familia estaba a punto de vivir. La madre tomó a su hija y la llevó rápidamente al hospital: había sufrido una extraña apoplejía en su columna vertebral, que podía dejarla paralizada de por vida. ¿El motivo? Un simple juego: flexionar la espalda hacia atrás, hacer el puente o la arañita, como se dice en algunos lugares. 

Los doctores tuvieron que mantenerla en cuidados intensivos y estuvo en severo riesgo durante días. Hasta que llegó el pronóstico final: su hija había quedado parapléjica de la cintura hacia abajo. Los padres tenían el corazón destrozado.

Desde entonces, comenzó con tratamientos locomotores para intentar recuperar la movilidad perdida. Para ello tiene terapias cinco veces a la semana y es monitoreada por doctores y fisioterapeutas en el Instituto de Rehabilitación Frazier. 

Un año después del horrible accidente, Eden ha hecho un progreso increíble. Ya puede vestirse, lavarse los dientes, y lavarse el pelo. Pero nada prepararía a sus padres para lo que sucedería cuando la visitara Violet, una de sus mejores amigas. Mientras jugaban a luchar con espadas de juguete, Eden comenzó, sin darse cuenta, ¡a dar sus primeros pasos! Mira el impresionante e inspirador video a continuación:

“Su terapeuta la estaba sosteniendo”, dice su madre, “estaban sosteniendo algo de su peso, pero entonces empezó a dar pasos alrededor de la habitación y después en el pasillo”. 

Días antes, Eden había dicho que la visita de su amiga la haría tan feliz que probablemente podría caminar. Y, para sorpresa de todos los presentes y de los doctores, ¡así fue!  

Por supuesto, hay también días grises. Eden muchas veces le pregunta a su madre si algún día se va a mejorar para poder volver a usar sus piernas como antes. Entonces su madre le muestra el video de cuando logró caminar y entonces ella vuelve a creer en sí misma. Pero sus sueños son grandes: quiere ser independiente y dejar de necesitar la silla de ruedas. Con esa sonrisa gigante, ¡de seguro que llegará lejos! 

Lo más importante es la perseverancia de la familia. Como dice su madre, prefieren valorar lo que aún tienen en vez de pensar siempre en lo que han perdido. En sus propias palabras: “Aún nos tenemos a los cuatro de nosotros. Siempre intentamos pensar en lo que tenemos, en vez de pensar en lo que no”. ¡Esa es la actitud!

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