Un hospital turco tomó como

11.01.2018 13:55

La bebé prematura Aida Ward pasó casi 3 meses como "rehén" en un hospital turco, que le exigía a los angustiados padres el pago de las facturas médicas por la cantidad de 134 mil dólares.

La pequeña nació 3 meses antes de tiempo cuando su madre Adele Blake, de 28 años de edad, estaba de vacaciones con su pareja Brandon Ward, de 19 años. La desesperada pareja creyó erróneamente que el costo de la cesárea sería de 4 mil dólares, los medicamentos necesarios y el cuarto de hospital costarían unos 00, y que todo lo cubriría su compañía de seguros.

Al final los padres tuvieron que llamar a la policía para que les ayudaran a "liberar" a su hija Aida del hospital, después de 77 días de angustia y "pesadilla" en Turquía. En una entrevista con Blake, ella dijo: "No puedo explicar el gran dolor que nos causaron. Sólo espero que nadie más pase por este tipo de tratamiento cruel e innecesario nunca". Adele y Brandon fueron de vacaciones a la popular localidad mediterránea de Marmaris el 26 de junio cuando la mujer estaba en el sexto mes de embarazo.

Blake recuerda: "Pensamos que antes del nacimiento de la bebé sería agradable relajarse un poco con la familia". La mujer fue al médico, quien después de una revisión le dijo que "podía volar", pero luego de 3 días de su llegada al Resort, le comenzó el trabajo de parto en plena piscina del hotel.

Ella cuenta: "Había comido un poco de patatas fritas cuando se me rompió la bolsa. Fue una sorpresa total, entré en pánico".

"Yo sabía que esto no debía pasar. Lloré de los nervios todo el camino en la ambulancia". La asustada Blake fue llevada a un hospital en Marmaris, y luego fue trasladada a una sala de pediatría especializada en la clínica Teknon Denizli, a 200 kilómetros.

Ella informa: "A Ward no se le permitió estar conmigo, porque en Turquía esto no está bien visto, así que fue su madre Karen quien se quedó conmigo. Me ataron a una mesa para una cesárea de emergencia. Casi enseguida de despertar de la anestesia, el administrador entró a la habitación y comenzó a exigir dinero".

"Me sentía débil... y realmente quería ver a mi bebé, pero me llevaron a una oficina, insistiendo en que pagase un adelanto". Pasaron como 10 horas antes de que Blake pudiera ver por primera vez a su hija recién nacida.

Blake dice que su bebé Aida estuvo como "rehén" mientras la joven madre estaba tratando desesperadamente de pedirle al seguro que cubriera las facturas del hospital privado. Ella dice: "Se me permitió verla solo 10 minutos al día y no me permitían darle de comer. Durante todo el tiempo que estuve en el hospital, solo me dejaron cargarla dos veces".

"E incluso en esas dos ocasiones, no le permitieron entrar en la habitación a Ward. Fue una locura". Unas semanas más tarde ella estaba en buenas condiciones para ser dada de alta y podía comer del biberón, pero continuaban alimentándola desde un tubo porque querían dejarla allí. Simplemente la tenían como rehén. Dijeron que teníamos que pagar las facturas o retendrían a la niña y no se nos permitiría regresar al Reino Unido".

"Hicieron caso omiso a nuestras peticiones de estar con ella. A ellos simplemente no les importaba el daño que le estaban causando a nuestra familia. Parecían preocuparse solo por el dinero".

Ellos le habían pagado a la compañía de seguros Atlas Direct, pero según ella, cada vez que se ponía en contacto con ellos, escuchaba solo "excusas y negativas". Los familiares de Blake lanzaron una campaña en el sitio GoFundMe, logrando recolectar $ 5400 para la pareja, para que pudieran pagar por un apartamento en Turquía.

Al final, después de casi 3 meses de su llegada a Turquía, Ward, Blake y su hija Aida pudieron regresar a casa. La madre agregó: "Apreciamos cada momento que pasamos con Aida. Nos perdimos los primeros 3 meses de su vida y ahora lo corregiremos. Solo espero que nadie más tenga que pasar por lo que tuvimos que pasar nosotros".

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