Un conductor de camiones sacrifica su vida para salvar a muchas personas

15.06.2020 18:09

Para Randall McDougall parecía ser un día de trabajo normal, como cualquier otro: el camionero de 63 años iba a transportar grandes cantidades de nitrato de amonio de El Dorado en Arkansas a Texarkana en Texas, EE.UU. Se trata de una sustancia química que se utiliza en la producción de fertilizantes y explosivos. Sin embargo, este padre de familia no tenía idea de que esa jornada laboral terminaría en tragedia para él.

Unos 30 minutos después de iniciar su ruta, Randall notó que sus frenos se habían incendiado. Inmediatamente llamó a los bomberos para advertirles de un posible desastre. El nitrato de amonio es altamente explosivo. En el pasado ya se han producido accidentes devastadores con este producto químico.

Es difícil imaginar lo que pasó por la cabeza de este padre de familia cuando comprendió la gravedad de la situación. Pero en lugar de salir del camión, refugiarse en un lugar seguro y abandonar el vehículo a su suerte, Randall siguió adelante para llevar su peligrosa carga lo más lejos posible de las zonas habitadas. Con este acto heroico salvó numerosas vidas.

Finalmente estacionó el camión en llamas en medio de una carretera rural en una zona donde no había gente ni edificios en muchos kilómetros a la redonda. Por fin, Randall bajó del vehículo pero no huyó; con la ayuda de un extintor trató de apagar el fuego por su cuenta. En ese momento, el cuerpo de bomberos estaba todavía ocupado evacuando los pueblos de los alrededores, y solo unos cuantos bomberos se dirigían hacia el camión dañado.

Desafortunadamente, los esfuerzos de Randall fueron en vano. El camión explotó dejando un cráter de nada menos que 4,5 metros.

Por desgracia, los bomberos no pudieron ayudar a Randall: "Fue como si una bomba hubiera explotado. Había un enorme agujero donde estalló el camión".

La explosión fue tan devastadora que se escuchó a kilómetros de distancia. Las ventanas de varios camiones de bomberos, que estaban llegando al lugar del accidente, se rompieron debido a la enorme onda expansiva y tres bomberos resultaron heridos. Pero probablemente habría ocurrido algo mucho peor si Randall no hubiera actuado con tanta responsabilidad. Si este desastre hubiera ocurrido en medio de un pueblo, los daños habrían sido catastróficos. 

Su familia y todas las personas que salvó con su generosidad recordarán para siempre a Randall como un héroe.

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