Tres enfermeras que trabajaban en una morgue descubren una cosa extraña en el cadáver de un hombre.
¡Su "aparato" estába rígido como una barra!
La primera de ellas dijo: "Dios mío, no puedo permitir que ésto se desperdicié".
Acto seguido se colocó sobre el cadáver y comenzó a menearse sobre él.
La segunda enfermera también hizo lo mismo.
La tercera dudó, porque era una mujer de principios, aunque finalmente, también cabalgó sobre el cadáver.
De repente, el tipo se despierta. Entonces las enfermeras entraron en pánico y se disculparon diciendo que pensaban que estaba muerto.
El hombre respondió: "Si, había muerto, pero después de dos descargas y una transfusión, he vuelto a REVIVIR!