Tatuador ayuda a una chica de 19 años que se hirió a sí misma

26.03.2019 10:38

Cuando dejó atrás la adolescencia, Aoife Lovett empezó a padecer problemas psiquiátricos y depresión. Cuando su enfermedad se salió de control, esta chica trató de canalizar su desesperación de algún modo y terminó hiriéndose con navajas de afeitar en el brazo derecho. Además de provocarse un dolor agónico, los profundos cortes que se infligió a sí misma le causaron un sangrado extremo y le dejaron cicatrices demasiado visibles. 

Hoy en día, la chica de 19 años ya se encuentra recuperada de la depresión y lleva una vida normal. Sin embargo, las cicatrices de su brazo le recordaban a diario aquellos tiempos excesivamente difíciles. "Es muy duro que después de un par de años de haber superado tu enfermedad, haya algo que la recuerde constantemente, junto con los sentimientos que te provocaba en aquel entonces. Hay mucha pena y culpa, especialmente cuando la familia está alrededor", dice Aoife.

Finalmente, la chica irlandesa decidió cubrir sus cicatrices con un tatuaje, pero no encontraba a ningún artista tatuador que quisiera ayudarla. "Muchos tatuadores no querían cubrirlas porque necesita mucho trabajo y prefieren no correr el riesgo de que les quede mal", relató. 

Aoife estaba devastada y perdió la esperanza de camuflar sus cicatrices hasta que su madre vio por casualidad un proyecto creado por Ryan Kelly, un artista tatuador de Dublin. 

A través de su obra "Scars Behind Beauty" (Las cicatrices tras la belleza), Ryan ayuda a las personas a ocultar las cicatrices que ellas mismas se provocaron. Ryan lanzó su proyecto después de que una mujer muy joven acudiera a su estudio de tatuaje en febrero de 2017 con una inesperada solicitud. "Una chica entró a mi negocio por casualidad y me preguntó si podía cubrirle algunas cicatrices con tatuajes. Empezamos a charlar y me contó su historia , y al final no fui capaz de cobrarle el trabajo. Tenía la sensación de que significaba demasiado para ella", recodó Ryan.

Desde entonces, este joven padre ha estado tatuando la piel de personas que se autolesionaron, por lo que es muy consciente de lo duro que resulta dibujar sobre la piel con irregularidades. Sus colegas, en cambio, se niegan a hacerlo. "Lo entiendo hasta cierto punto porque, obviamente, si quieres un resultado refinado es mejor hacerlo sobre piel lisa. A veces, lo que yo hago puede tomar un poco más de tiempo, pero a mí me compensa el hecho de ayudar a los demás a dejar atrás los tiempos difíciles", explicó Ryan.

Ryan dedica su tiempo libre a este proyecto y tatúa gratuitamente la piel con cicatrices de sus clientes los sábados, siempre y cuando hayan padecido problemas psicológicos anteriormente. El año pasado, el maestro y amigo cercano de Ryan se quitó la vida después de años de combatir una depresión. Por esta razón, es muy importante para este artista animar a seguir adelante a los que han padecido problemas mentales. No solo se trata de cubrir cicatrices del pasado, sino de motivar a estas personas a vivir sus vidas con la cabeza alta. 

Aoife concertó una cita con Ryan y consiguió el tatuaje que deseaba desde hace mucho tiempo. Ahora esta chica irlandesa es la feliz portadora de una linda rosa que crece alrededor de un puñal. Para Aoife, la imagen de la parte inferior de su brazo es un símbolo de que logró superar la época más oscura de su vida.  Ya no tiene por qué ocultar su pasado y puede mirar al futuro con fuerzas renovadas. "Ryan está ayudando a la gente a seguir adelante al ponerles algo hermoso sobre algo feo. Te da una nueva sensación de libertad y te regresa la seguridad en ti mismo porque es muy difícil ir a trabajar en manga corta y que la gente te mire insistentemente o te haga preguntas al respecto. Creo que lo que Ryan está haciendo es brillante", concluyó Aoife.

Ryan es uno de los pocos artistas tatuadores que tienen el valor suficiente para darle a las cicatrices un nuevo esplendor. Actualmente hay 300 personas en la lista de espera, y Ryan está dispuesto a ayudar a cada uno de ellos a superar su doloroso pasado. ¡Buen trabajo, Ryan!

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