No sé ustedes, pero por muchas recetas nuevas y creativas que veamos, mis platos favoritos siempre son los tradicionales. Denme la típica tarta de chocolate, el bizcocho de la abuela, los merengues de mi infancia, ¡y me van a ver feliz! Este postre es así, una de esas recetas tradicionales que, además, tiene la ventaja de que se hace en sólo 3 sencillos poasos, ¡es muy fácil! Con el ritmo de vida de hoy en dúa y la falta de tiempo, es la solución ideal para cuando estés en un apuro… rico, fácil, rápido y ¡muy, muy sabroso!
INGREDIENTES
— 250 g de queso ricota
— 12 bizcochos de soletilla
— 4 cucharadas de azúcar
— 2 cucharadas de leche
— 2 huevos
— 1/2 cucharadita de esencia de limón (o ralladura de 1 limón)
— c/n de leche
1. El primer paso consiste en mojar la mitad de los bizcochos de soletilla con leche y, después, extenderlos en un molde para hacer la base de la tarta. Te recomendamos enmantequillar el molde previamente, para que los bizcochos no se peguen al momento de hornear.
2. A continuación, en un bol, mezcla el queso ricota con el azúcar, los huevos, la esencia de limón y las 2 cucharadas de leche. Cuando obtengas una mezcla uniforme y cremosa, extiéndela sobre la base de bizcochos.
3. Finalmente, moja el resto de los bizcochos y extiéndelos para formar la superficie de la tarta. Hornea a 180 ºC durante 20 minutos, ¡y ya tienes tu postre listo! ¿Qué difícil, verdad? ¡Comparte esta riquísima y fácil receta con tus amigas que amen las recetas rápidas!