Por desgracia existen muchas situaciones en las que pequeñas crías de animales salvajes quedan huérfanas o son rechazadas. La historia de este bebé hipopótamo y su mejor amigo es un ejemplo de valentía, superación y amor.
El pequeño hipopótamo tenía solo unos cuantos días de edad cuando su familia lo abandonó. Era muy pequeño, y estaba solo y débil cuando lo encontraron. Gracias a los cuidados del equipo de Earth Organization, empezó a ganar peso y pudo salvarse. Al poco, este bonito bebé hizo su primer amigo. Un pequeño rinoceronte huérfano se convirtió en su compañero de juegos y de aprendizaje, estaban todo el día el uno con el otro ayudándose y siendo parte de la familia que ellos mismos han creado a base de amor.
Crecer jugando es una de las mejores cosas que pueden sucedernos de pequeños. Estos dos mejores amigos tienen la suerte de estar aprendiendo todo el uno junto al otro, llenos de diversión y de alegría.
Verlos juntos es toda una enseñanza de amor, además de toda una prueba viviente de superación y valentía. Sin duda, despiertan el lado más sensible de cualquiera.
Qué maravillosos son los animales, cómo nos enseñan valores sin pretenderlo y sin que nos demos cuenta. Pero si prestamos atención, podríamos aprender de estos dos amigos supervivientes infinidad de cosas.