Cuando la asocación Wildlife S.O.S rescató a cuatro elefantes de su infernal vida en un circo de la India, todo el mundo se felicitaba por el que parecía un desenlace feliz para los animales. Tristemente, no ha sido así. No todas las historias de rescate acaban bien, y esta es un gran ejemplo para que seamos conscientes de las dificultades con las que lidian las personas que dedican su vida a ayudar a los animales que sufren abusos y vejaciones, en este caso en lamentables espectáculos como el Circo Rambo.
Los cuatro elefantes, conocidos como “Los Cuatro Preciosos”, llevan toda su vida en este circo. Uno de ellos tiene 52 años y está ciego. Cuando pudieron rescatarlos, se creía que se les podrían dar los cuidados necesarios para que pudieran llevar una vida más digna. Sin embargo, esta esperanza se ha esfumado ya que los propietarios del circo fueron a por ellos y se los han llevado de vuelta.
Aprovechando un vacío legal, un tribunal ha decidido que los animales deben volver bajo tutela de personas crueles que los ven como objetos con los que lucrarse, y no como los majestuosos seres vivos que son, que merecen el respeto y la posibilidad de tener una vida digna y normal.
Los decepcionados voluntarios son contundentes y afirman que “la ley ha fallado a la hora de proteger a estas vulnerables criaturas”.
A pesar de ser un duro golpe anímico, que ha dejado literalmente destrozadas a todas las personas que participaron en el rescate, es importante conocer esta historia para saber las dificultades que existen en la lucha por proteger a los animales de los abusos, por lo que todos debemos esforzarnos todavía más.